«Conservadurismo radicalizado»: ¿el concepto que mejor define a las nuevas derechas?

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El profesor de Historia y licenciado en Comunicación Claudio Álvarez Terán explicó, en diálogo con AM750, el concepto de «conservadurismo radicalizado» que introdujo la politóloga autríaca Natascha Strobl en su nuevo libro La nueva derecha. Análisis del conservadurismo radicalizado (2022) para caracterizar el fenómeno de crecimiento de figuras políticas como Donald Trump, Giorgia Meloni o Javier Milei.

Al respecto, Álvarez Terán planteó que la autora considera que el conservadurismo radicalizado coincide en algunas posturas con el conservadurismo clásico, pero que difiere en que no busca «mantener el status quo», sino que «aspira a una rápida transformación de la sociedad», que «quieren romper la sociedad existe, incluso el ordenamiento de las élites«.

Este proceso, citó el docente, lleva aproximadamente 20 años de existencia y produjo que las formaciones conservadoras clásicas se corran a posiciones que, en principio, eran expresiones minoritarias de la extrema derecha.

En esa línea, advirtió que para que las ideas del conservadurismo radical prendan en las sociedades debe existir un escenario de «dislocación», es decir, un escenario de conmoción o emergencia que le permita a estos sectores cuestionar la posición «estática» del conservadurimo tradicional.

«Las razones de estas reacciones están vinculadas con el fracaso de las políticas neoliberales de los ’80 y ’90 de los países centrales», puntualizó Álvarez Terán en diálogo con De haberlo sabido.

Estas nuevas derechas que describe Strobl, continuó el licenciado en Comunicación, rechazan las formas y las reglas internas de la política tradicional, de la democracia y de la burguesía «civilizada y fina».

Sobre este punto, la politóga austriaca introduce un concepto del sociólogo alemán Wilhelm Heitmeyer: la burguesía cruda. Esto alude a que este sector «se desprende del ropaje civilizado y expresa una idea de agresión y desprecio hacia grupos más débiles».

«Se abandona la idea de solidaridad social, se sustituye por una ideología de dureza, basada en fetiches como la responsabilidad personal, la eficiencia y el rendimiento y la burguesía termina exprensando un autoritarismo que, por las características de la conformación social, trasciende en los medios, discursos políticos y, ahora, las redes sociales y toman cuerpo en el clima social», concluyó.