Matar mosquitos, un 170 por ciento más caro

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A la temporada estival, la invasión de mosquitos y el récord de casos de dengue se le sumó este año un problema adicional. La liberación de precios de productos básicos que habilitó el Gobierno Nacional hizo que los repelentes y aerosoles para combatir el fenómeno casi duplicaran su precio en en menos de dos meses. Según confiaron fuentes del sector comerciales, SC Jonhson, la firma estadounidense que produce el repelente Off y el aerosol Raid, aumentó sus precios un 170 por ciento desde fines de diciembre a hoy.

Estos aumentos tienen una particularidad: si bien hay algunas marcas alternativas, esta firma que fabrica el Off tiene más del 80 por ciento de la góndola del sector y tiene espaldas para producir en volúmen y a tiempo. Es decir, al mover precios obliga, de todas maneras, a que los consumidores opten sí o sí por uno de sus productos. «Están cobrando cualquier cosa, lo que quieren, porque saben que la gente está desesperada buscando producto», cuentan.

Los que conocen el mercado confirmaron que, en diciembre, el Off de color naranja (de 170 cm3), el menos intenso, costaba entre 1300 y 1700 de precio de lista. Tal el precio sugerido de venta. Hoy, ese mismo producto no cuesta menos de 3500 o 3700 pesos en grandes supermercados y se vende hasta a 6000 pesos en comercios barriales, donde hay más libertad para manejar márgenes. La variante verde del Off, la más intensa, es aún más cara.

El Raid, en tanto, se consigue a casi 5000 pesos en los comercios de barrio y algo arriba de los 3000 pesos en grandes supermercados. Aquí hay una particularidad: la empresa que lo fabrica, la misma del Off, ofrece dos variantes casi iguales en volúmen de producto pero a precio diferente. El de 360 gramos que «mata moscas y mosquitos», cuesta 2500 pesos. Mientras que el que tiene 380 gramos y «mata moscas, mosquitos, zancudos», se paga hasta 3200 pesos.

Cabe aclarar que en el caso de los aerosoles, a diferencia de lo que ocurre con el Off, las subas fueron muy fuertes pero menores, en este caso llegando al 87 por ciento de aumento en relación a los últimos días de diciembre.

Precios Cuidados y desabastecimiento

Los comerciantes grandes y chicos aseguran que, aún en este escenario de precios disparados, todavía falta producto en las góndolas. Esto no sólo tiene que ver con la especulación con la mercadería, sino que además las empresas siguen con problemas para importar insumos y la mayoría ya tiene casi todo consumido el stock. En el caso de Jonhson, los que conocen la operatoria afirmaron ante este diario que «calcularon mal, creyeron que con la seca no habría tanta demanda, pero llovió y de repente hay una demanda que creció exponencialmente».

Otra de las curiosidades que se dan en este escenario es que las dos variantes líderes para combatir los mosquitos, estaban durante el Gobierno anterior dentro de programa Precios Cuidados y Precios Justos. inclusive, eran los propios comercios los que pedían que esté incluído, sobre todo de cara a las temporadas de verano. Hubo en su momento disputas para que, en el marco de la Ley de Góndolas, hasta tuvieran más lugar para exhibirse, ante la alta demanda.

En la Mesopotamia, además, en épocas de brotes de dengue se trataba esa inclusión en Cuidados de casi una política sanitaria para evitar que el precio se dispare de manera consecuente con los niveles de demanda. Al fin y al cabo, eso es lo que está pasando ahora, donde un producto que debería ser central y básico para evitar enfermedades, tiene un valor que no parece mostrar un techo.

Por último, la liberación de precios que decretó Milei tiene en la Argentina otras dos trampas: la primera, que el Estado se corrió de los controles y no evita cartelización en las subas; el segundo, que en casi toda la producción de alimentos, bebidas y productos básicos los niveles de concentración son tales que dejan al consumidor preso de la política de precios de firmas que son dueñas de casi toda la góndola.