Caída la Ley Ómnibus y tras las duras acusaciones de “traidores” a diputados y gobernadores, la Casa Rosada preparan reuniones ‘cara a cara’ de Javier Milei con mandatarios provinciales. Pero Pullaro, Kicillof, Quintela y Llaryora están descartados. Un aliado más cercano, Rogelio Frigerio, encendió las alarmas por su amenaza de judicializar el reclamo por fondos coparticipables.
‘Cara a cara’
La Casa Rosada quiere recomponer el vínculo con los gobernadores tras el traumático tratamiento de la Ley de Bases en el Congreso, de cara al inicio de las sesiones ordinarias en el Legislativo. Mientras se estudia la confluencia con el PRO, el ministro de Interior, Guillermo Francos ya tuvo contactos con el mandatario de Chaco, Leandro Zdero y hubo reuniones con Ignacio Torres de Chubut y Rogelio Frigerio de Entre Ríos.
Pero también hay ‘lista negra’, donde figuran aquellos con los que no habrá diálogo de momento: Axel Kicillof (Buenos Aires), Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Ricardo Quintela (La Rioja). Milei considera a este grupo como de gobernadores traidores y férreos opositores a su gestión. Quintela por haber planteado uno de los primeros planteos judiciales al Mega DNU y la emisión de cuasimonedas. Kicillof por su identificación con el kirchnerismo y a Llaryora ya dijo que no le pedirá disculpas por sus acusaciones.
Pero en los ‘cara a cara’, la Casa Rosada tendría poco para ofrecer a los jefes de estado provinciales: no hay pacto fiscal a la vista ni coparticipación de impuestos, tampoco reversión en la quinta de subsidios al transporte o en la eliminación del Fondo Compensador del Interior. A cambio, se podrían conceder refuerzos en materia de seguridad o volver a negociar por la hidrovía.
“Lo que hay”
No generó mucho interés en los gobernadores que Francos planteara ayer en Radio Rivadavia lo siguiente: “El presidente ha pisado absolutamente los gastos, ha resuelto de qué manera va a gobernar y creo que los gobiernos provinciales van a tener que hacer lo mismo, tienen que ajustar las cuentas y manejarse con lo que hay, con lo que se tiene, no pueden pedirle al Gobierno nacional que siga manejándose de la manera que se venía llevando la economía del país anteriormente, es decir mediante la falsa emisión de moneda o el endeudamiento. Eso no lo va a hacer el presidente Milei”.
Amenaza de Frigerio
Anoche (15/2) el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, a quien apunta la Casa Rosada para reunirse con Milei, inauguró el 145º período de sesiones ordinarias de la Legislatura, donde sostuvo que dará el «apoyo» que necesita la gestión nacional «para lograr ordenar las cuentas», pero advirtió que avanzará por «vía judicial si es necesario» para recuperar los fondos que quitó el Gobierno nacional a las provincias.
«No puede haber una contradicción entre el equilibrio fiscal y la defensa de los intereses de la provincia. Hace 170 años fue la Batalla de Caseros, me niego a creer que retrocedimos dos siglos en la pelea entre unitarios y federales», alertó el mandatario provincial, quien pidió que el Gobierno del presidente Javier Milei «respete los acuerdos y el federalismo», y anunció que por la quita de fondos coparticipables avanzará «por la vía judicial si es necesario».
Frigerio detalló el estado de las finanzas y la situación provincial, a la que calificó de «caótica y crítica», y con un escenario nacional «devastado por políticas populistas».
Entre Ríos está «desfinanciada, endeudada, sin recursos ni incentivos», aseguró el gobernador, y calificó el panorama nacional como «muy delicado y sin plata», que impacta «en la tarifa de la luz, viviendas, obra pública, transporte y fondos para educación».
Si bien confirmó su «apoyo a los esfuerzos que necesita el Gobierno nacional para lograr ordenar las cuentas, bajar la inflación y volver a crecer», remarcó que «los argentinos no aguantan más«.
«Si esta dinámica persiste, el equilibrio de la Nación va a tener desequilibrio creciente en las cuentas provinciales», porque la decisión de quitar subsidios «tiene consecuencias» y «no es gratis para la gente», insistió.
Luego, dijo que no eliminará la subvención al transporte público, y que debió pagar «lo que Nación se comprometió y no lo hizo».