Javier Milei sigue furioso por el fracaso de la Ley Ómnibus y ahora analiza echar del gobierno a todos los funcionarios nacionales vinculados con lo que considera los gobernadores «traidores».
En el oficialismo dicen que cuando el Presidente regrese la semana próxima a la Argentina agarrará la motosierra y probablemente eche a los funcionarios ligados al cordobés Martín Llaryora y al salteño Gustavo Sáenz.
La libertad no avanza
El «cordobesismo» también le aportó a Milei otros funcionarios importantes como el secretario de Transporte, Franco Mogetta, y el presidente del Banco Nación, Daniel Tillard. Dentro de Infraestructura hay otros cordobeses como Fabián López y Luis Giovine. Todos están en la mira.
Lo mismo sucede con la secretaria de Minería, Flavia Royón, una funcionaria que responde al gobernador de Salta. Sáenz es otro de los apuntados por «traidor» y pagaría con el cargo.
Según supo, las salidas de los cordobeses y la salteña se concretaría la semana que viene cuando se oficialice la salida de Guillermo Ferraro de Infraestructura (quien en los papeles sigue siendo ministro) y se ejecute el desguazamiento de esa cartera, que pasará a depender de Nicolás Posse y Luis Caputo.