Atilra responsabilizó a los directivos de SanCor por el vaciamiento del gigante lácteo

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De llegar a producir más de cuatro millones de litros de leche por día, hoy SanCor procesa menos de 500 mil, la postal que grafica el derrumbe de una de las experiencias cooperativas más importantes del mundo que llegó a ser líder en la fabricación de derivados lácteos como quesos y yogures.

 

«Las decisiones que llevaron a semejante catástrofe irreversible fueron tomadas por los ‘exitosos’ directivos de SanCor. Ni los Delegados del Personal ni el Sindicato vendimos las plantas industriales, las líneas de productos ni las marcas de la empresa», señaló el cuerpo de delegados de la empresa a través de un comunicado.

 

Según sostienen los trabajadores, SanCor (que representaba a los productores de Santa Fe y Córdoba), pasaron de procesar 4 millones de litros de leche diarios a menos de 500 mil. Además, de las catorce plantas industriales que supo tener, solo le quedan seis desprendiéndose de líneas enteras de productos y marcas muy exitosas en el mercado.

«Porque ni los trabajadores ni la sociedad sabemos dónde fue a parar la enorme masa de dinero de los activos que enajenaron. ¿Qué hicieron con tanto dinero? ¿Quién lo tiene? ¿Dónde está?», se preguntaron los trabajadores nucleados en Atilra.

Por si fuera poco, la firma arrastra una deuda global por casi 400 millones de dólares que la torna «inviable», denuncia el gremio y sostienen que «los directivos de la empresa lo saben y planean la retirada.

 Porque ni los trabajadores ni la sociedad sabemos dónde fue a parar la enorme masa de dinero de los activos que enajenaron. ¿Qué hicieron con tanto dinero? ¿Quién lo tiene? ¿Dónde está?

En rigor, los ceos de la láctea terminaron convirtiéndose en «la nueva aristocracia del pueblo», dicen en Sunchales, corazón de la cuenca lechera donde SanCor tiene su sede y principales plantas.

Décadas atrás, Santa Fe fue pionera y vanguardia en el mundo del movimiento cooperativista por el cual se desarrollaron grandes jugadores, uno de ellos fue SanCor, Agricultores Federados Argentinos (AFA) o la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) en el sector granareo.

Cuando a principios del siglo XX, los pequeños y medianos productores se agruparon en cooperativas y mutuales lo hicieron para ganar competitividad, sin embargo, con el paso del tiempo esos objetivos se fueron desvirtuando.

Lo que ocurrió después es que a mediados de la década del ’50, «surgió la gerentocracia», el copamiento de las cooperativas y mutuales por gerentes mientras que los productores deslindaron las decisiones en estos agentes que en muchos casos llevaron a las cooperativas a la quiebra y con ello, el patrimonio de los mismos productores que confiaban en sus administradores.

 

De esta manera, los gerentes pasaron a constituir la clase alta de muchas de las localidades productivas de la zona agrícola santafesina. En el caso particular de SanCor, «lo que pasa que los directivos, que son todos proveedores de Sancor ya que le venden la materia prima, la leche, son los primeros que cobran a precio pleno».

 

«Luego cobran los proveedores que ellos eligen y con lo que sobra, les pagan a los trabajadores. Le pagan cuándo quieren y lo que quieren o lo que les sobra», explicaron fuentes gremiales .