Polista uruguayo denunciado por estafa con venta de caballos

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La «Suiza de Sudamérica» está conmovida porque un polista uruguayo, habría comercializado con destino a Europa (pagando cien veces menos de su valor real) a muy costosos equinos que se utilizan luego en los mejores campeonatos de exclusivos clubes del viejo continente

La gran mayoría de las exportaciones que revisaron investigadores impositivos en ambas márgenes del Río de la Plata establecieron que se vendían ejemplares por valores que oscilaban entre 5.000 y 8.000 dólares, una cifra hasta cien veces menor a su valor real.

Los compradores en los países más ricos del planeta suelen pagar fortunas por animales de primer nivel que son muy difíciles de conseguir fuera de nuestras pampas.

De hecho, en cada partido de este deporte los jugadores recurren a cuatro o cinco distintos debido al intenso desgaste que sufren en los sucesivos chuckers (tiempos de siete minutos y treinta segundos).

Matías Carrique

Matías Carrique

Una investigación judicial en curso por contrabando y evasión fiscal en Uruguay inició el revuelo al detectarse que un reconocido jugador local, Matías Carrique, quien acaba de ganar el Abierto de Polo del vecino país, recurría a presuntas prácticas ilegales para transaccionar caballos en una suerte de «mercado blue» donde imperaba la subfacturación de los equinos y la evasión impositiva.

El exitoso jinete habría enviado varias caballadas ilegalmente al exterior, incluyendo destinos top como Saint-Tropez en Francia.

También está acusado en el mismo proceso Federico Tomasevich, propietario del Club de Polo El Milagro en Uruguay, del Banco Puente y compañero de team del mencionado Carrique.

Matías Carrique, uruguayo. Polista denunciado

Matías Carrique, uruguayo. Polista denunciado

Una fuente consultada por Urgente24.com contó porqué son tan costosos estos corceles.

«Ya no son petisos los caballos. Hoy Juegan casi exclusivamente yeguas sangre pura de carrera, o sus hijos. Se privilegia la velocidad sobre la alzada del animal. Sub facturar es el gran negocio de la exportación. En el turf hace rato que el estado se ha percatado que se pagan cifras ridículas por potros que valen cifras millonarias. Por ello, se analiza hoy cada venta en base a la categoría que tiene cada uno y a los antecedentes deportivos: que ganó. Actualmente, es casi imposible exportar barato a un animal consagrado sin la complicidad de las autoridades».

Los viejos burreros recuerdan hoy de manera risueña un hecho ocurrido en la década de los años sesenta en Argentina.

Vendieron a EEUU nada menos que a «Forli» un cuádruple coronado que había ganado El Nacional, la Polla de Potrillos, el Jockey Club y el Carlos Pellegrini

Para tener una idea de la hazaña de Forli, basta recordar que el último cuádruple coronado de Argentina fue Telescópico (con la monta de Marina Lezcano) hace ya 45 años.

Sus dueños, integrantes de una familia patricia, le dijeron a la Aduana Nacional que se trataba de un caballo de carro. Lo consagraron pocos meses más tarde como gran padrillo en el mercado norteamericano y ganaron verdaderas fortunas con la evasión.

La investigación de los caballos

La Administración Federal de Ingresos Públicos estuvo centrada en una serie de denuncias contra empresas y personas relacionadas con la exportación de caballos de polo aplicando cargos que incluyen contrabando documentado, subfacturación y evasión fiscal del impuesto a las ganancias.

La sospecha original radicaba en que Carrique compraba los caballos en Argentina y Uruguay para venderlos a través de maniobras irregulares que implicaban contrabando.

La hipótesis de los investigadores es la siguiente:

1-construían operaciones con sociedades extranjeras que ejercerían de intermediarias

2-.estas firmas fantasmas cobraban su verdadero precio a millonarios europeos, norteamericanos o jeques árabes

3-,los dineros obtenidos eran girados luego a paraísos fiscales.