¿La COVID-19 podría dañar tu semen?

Comparte si te ha gustado

Las secuelas de la COVID-19 son más numerosas de las que se creía. Incluso, ahora se sabe que algunos efectos secundarios pueden estar relacionados con el sexo, el pene, el semen y los espermatozoides. Resulta que un nuevo estudio descubrió que los hombres que han sufrido coronavirus pueden experimentar una disminución en la calidad del semen a largo plazo.

Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya dicho que se acabó la emergencia por la pandemia del coronavirus, la enfermedad no deja de sorprender. Científicos acaban de encontrar un nuevo efecto secundario negativo.

En concreto, la investigación muestra que la COVID-19 podría afectar el semen de los hombres que padecieron coronarvirus: menos volumen, cantidad y movilidad de los espermatozoides.

«Ha habido estudios previos que muestran que la calidad del semen se ve afectada a corto plazo después de una infección por COVID-19, pero, hasta donde sabemos, ninguno ha seguido a los hombres durante un período de tiempo más largo. Asumíamos que la calidad del semen mejoraría una vez que se generaran nuevos espermatozoides, pero no es así. No sabemos cuánto tiempo puede tardar en restaurarse la calidad del semen y puede darse el caso de que la COVID-19 cause daños permanentes, incluso en hombres que sufrieron solo una infección leve», ha explicado la doctora Rocío Núñez Calonge, directora científica de un grupo de clínicas de reproducción asistida que ha realizado el estudio.

El estudio fue presentado en el 39 Congreso de la Sociedad Europea de Reproducción y Embriología en Copenhague (Dinamarca), reseña Infosalus.

Secuela de la COVID-19 a largo plazo

Para el estudio, los investigadores reclutaron a 45 hombres que asistían a seis clínicas reproductivas en España. Todos los participantes fueron diagnosticados con COVID-19 leve.

Ya las clínicas tenían muestras de semen tomadas antes de que los hombres se infectaran. Luego, entre los días 17 y 516 después de la infección, se tomó otra muestra de semen.

La edad promedio de los hombres era de 31 años, y la cantidad de tiempo transcurrido entre las primeras muestras de semen y las posteriores a la COVID-19 fue una mediana de 238 días.

Los investigadores analizaron todas las muestras de semen tomadas hasta 100 días después de la infección, y unas cuantas tomadas más de 100 días después de la enfermedad.

Finalmente, los científicos descubrieron que:

  • El volumen del semen había bajado un 20%
  • La concentración de espermatozoides era un 26,5% menos
  • El número de espermatozoides por ml cayó un 37,5%
  • La motilidad total disminuyó un 9,1%
  • La movilidad activa era un 14,6% menor
  • El número de espermatozoides vivos bajó un 5%

Peor aún, después de los más de 100 días de la infección, la concentración y la motilidad de los espermatozoides aún no habían mejorado con el tiempo.

¿Por qué baja la calidad del semen?

A propósito del estudio, la autora explicó: «El efecto continuo de la infección por COVID-19 en la calidad del semen en este período posterior puede ser causado por un daño permanente debido al virus, incluso en una infección leve. Creemos que los médicos deben ser conscientes de los efectos dañinos del virus en la fertilidad masculina».

«Es especialmente interesante que esta disminución de la calidad del semen se produzca en pacientes con infección leve por COVID, lo que significa que el virus puede afectar a la fertilidad masculina sin que los hombres presenten ningún síntoma clínico de la enfermedad», agregó.

Asimismo, la investigadora ha remarcado que «el deterioro de los parámetros del semen puede no deberse a un efecto directo del SARS-CoV-2».

«Es probable que haya factores adicionales que contribuyan a la disminución de los parámetros espermáticos a largo plazo, pero cuya identidad se desconoce actualmente. Además, no medimos los niveles hormonales en este estudio: en otros estudios se han notificado cambios intensos en la testosterona, un factor clave involucrado en la salud reproductiva masculina, en pacientes masculinos infectados con COVID-19″, dijo.

A este efecto indeseado se le suman otras consecuencias de la COVID-19 a largo plazo como, dificultad para concentrarse, dolores de cabeza, problemas para dormir, pérdida de olfato, ansiedad y depresión.