Según el actual jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, el artículo 5 del tratado de Washington solo brinda garantías de seguridad completas a los miembros de pleno derecho.
Ucrania no es integrante y su coqueteo a la Alianza atlántica militar fue uno de los principales motivos de la invasión rusa.
A pesar de que la OTAN auxilia militarmente a Ucrania y está presente en sus alrededores -mediante armas, municiones y otro tipo de equipamiento- debe asegurarse de que la guerra no escale más allá de las fronteras del país invadido porque un choque entre sus fuerzas contra las rusas conduciría un conflicto total entre Rusia y Occidente.
Es es el más urgente de los problemas que sufre la alianza en medio de las progresivas atrocidades de la guerra y escándalos con los que lidia como el sabotaje ucraniano de los gasoductos Nord Stream que explotaron en septiembre de 2022 y la reciente explosión en la hidroeléctrica Nova Kajovka en Jersón.
En diálogo The Guardian, el ex jefe danés de la OTAN Anders Fogh Rasmussen opinó que la alianza podría dividirse por el eventual despliegue particular de tropas a Ucrania, si los estados miembros, incluido Estados Unidos, no brindan garantías de seguridad tangibles a Kiev en la cumbre de la alianza en Vilnius (Lituania) que se celebrará el 11 y 12 de julio.
En otras palabras, el experto en seguridad internacional cree que algunos países miembros más cercanos a Ucrania geográfica y políticamente como Polonia, decidirán actuar por su cuenta y enviar sus propias tropas aisladas de las de la alianza ya que Kiev, aunque recibe ayuda occidental, no es miembro y tampoco tiene absoluta certeza sobre eso.
La cohesión de la alianza sería tan débil que algunos miembros estarían dispuestos a apartarse para defender por su propia cuenta a Ucrania. En la cumbre, Rasmussen piensa que algunos querrán ofrecer garantía de seguridad para no tocar el tema de la adhesión; otros no permitirán que el tema esté fuera de agenda. En este último grupo resalta el flanco oriental Bulgaria, la República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Eslovaquia.
“Si la OTAN no puede ponerse de acuerdo sobre un camino claro para Ucrania, existe una clara posibilidad de que algunos países tomen medidas individualmente. Sabemos que Polonia está muy comprometida en brindar asistencia concreta a Ucrania. Y no excluiría la posibilidad de que Polonia se involucre aún más en este contexto a nivel nacional y sea seguida por los estados bálticos, tal vez incluyendo la posibilidad de tropas sobre el terreno.”
“Creo que los polacos considerarían seriamente entrar y formar una coalición de voluntarios si Ucrania no consigue nada en Vilnius. No debemos subestimar los sentimientos polacos, los polacos sienten que durante demasiado tiempo Europa occidental no escuchó sus advertencias contra la verdadera mentalidad rusa”.
También afirmó que “algunos aliados de la OTAN podrían estar a favor de las garantías de seguridad para evitar una discusión real sobre las aspiraciones de membresía de Ucrania. Esperan que al brindar garantías de seguridad, puedan evitar esta pregunta. No creo que eso sea posible”.
Para Rasmussen, es un imperativo proporcionarle a Ucrania garantías de seguridad por escrito, idealmente antes de la cumbre. Estas garantías, dijo, deben contemplar intercambio de inteligencia, entrenamiento conjunto, incremento de la producción de municiones, interoperabilidad con la Alianza y suministro de armas en cantidades suficientes.
Alemania anfitriona y Furia del kremlin
Este lunes 12 de junio, un mes antes de la cumbre de la OTAN, Alemania acogerá el mayor ejercicio de maniobras aéreas de la historia de la alianza que se convertirá en una demostración de fuerza contra Rusia y se extenderá por 10 días.
Llamado Air Defender 23, el ensayo contará con alrededor de 10.000 participantes y 250 aviones de 25 países que entrenarán la respuesta a un ataque simulado contra un país miembro de la Alianza Atlántica.
La embajadora de Estados Unidos en Alemania, Amy Gutmann, aseguró que el presidente ruso Vladímir Putin debería «tomar nota» de lo que ocurra.
Moscú reaccionó a occidente, en duros términos, específicamente a las declaraciones de Anders Fogh Rasmussen. Sostuvo que el despliegue de las fuerzas de la OTAN en Ucrania conducirá a la guerra con Rusia ya que involucraría un enfrentamiento militar directo entre el bloque y Moscú
Una fuente del Kremlin en diálogo con RIA Novosti advirtió: “El posible despliegue de fuerzas regulares de los países de la alianza en Ucrania para evitar que el NMD, del que habla Fogh Rasmussen, conduzca a un enfrentamiento militar directo entre el bloque y Rusia. Dondequiera que ocurra tal enfrentamiento, está lleno de las consecuencias más graves para el mundo entero”.