Sacrificio de 20 mil vacas en Irlanda para agenda 2030

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El gobierno de Michael Higgins, presidente de Irlanda, anhela materializar la reducción del 51% de los gases del efecto invernadero para el 2030, consecuencia del uso de combustibles fósiles para la producción energética y petrolífera, además del metano producido por el ganado.

Según Irish Independent, el Departamento de Agricultura planea sacrificar unas 200.000 cabezas de ganado vacuno para que el sector agropecuario irlandés contribuya con la merma de gases del efecto invernadero, lo que fue estipulado en el Plan de Acción Climática de la Ley del Clima del 2021.

Pero los agropecuarios serían recompensados por la pérdida de las vacas con unos 600 millones de euros, según el informe oficial, es decir, 500 euros por cada vaca. Entre las medidas propuestas desde el 2021 por el gobierno irlandés se destaca el adelanto del proceso de engorde del ganado, la selección genética de raras con bajas emisiones, la reducción del contenido de proteína bruta como alimento agro y el aumento de trébol-praderas de especies múltiples.

La medida del sacrificio vacuno está siendo criticada por el agro, como lo reflejan las declaraciones de Pat McCormack, presidente de la Asociación de Proveedores de Leche de Lechería Irlandesa, a Newsweek:

Deberíamos invertir en una infraestructura que pueda cumplir desde una perspectiva científica. Y sabemos que las bajas emisiones son mejores, y deberíamos continuar invirtiendo en más ciencia e investigación porque eso es absolutamente crítico a medida que avanzamos

Recordemos que las vacas, particularmente cada espécimen, expulsa unos 200 gramos diarios de gas metano, lo que equivale a 5 kilogramos en unidades de CO2. Así, en términos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) cada año todo el ganado vacuno del planeta libera 100 millones de toneladas de metano, que tienen el mismo efecto que 2.500 millones de toneladas de CO2.   Por tanto, no hay vuelta atrás con el calentamiento global producto de los gases del efecto invernadero —de la actividad industrial, de desodorantes de higiene personal o de ambiente y de las flatulencias de ganado—. De hecho, se prevé que entre 2023 y 2027 la temperatura media anual cercana a la superficie ronde los 1,1 °C y 1,8 °C, superando la de 1850-1900 en épocas de la industria carbonífera.