En la cumbre del domingo 21 de mayo del G7 (Canadá, Francia, Japón, Alemania, Italia, Reino Unido, Japón y Estados Unidos) en la que participaron también como invitados India, Brasil, así como Indonesia, Volodymyr Zelensky aprovechó para codearse con las potencias pero dejó una extraña actitud con el presidente brasileño Lula da Silva.
En un encuentro con periodistas a punto de regresar a Brasil tras la cumbre del G7, el presidente Lula afirmó que había acordado una reunión bilateral con Zelensky pero que éste no se presentó a la hora programada.
«Si tenía otro asunto más serio, una reunión más importante, no lo sé. El hecho concreto es que estaba programada una reunión con Zelenski aquí en esta sala a las 15h15», disparó Lula el lunes 22 de mayo.
«Esperamos, recibimos la noticia de que llegaban tarde y, mientras tanto, atendí [al líder] de Vietnam. Éste se fue y Ucrania no apareció. Eso ha sido exactamente lo que ha sucedido. Pero mire, Zelenski es mayor de edad, sabe lo que hace».
Asimismo reiteró su postura a favor de un alto el fuego y diplomacia entre ambas naciones. «Me gustaría reunirme con él y discutir el tema».
Según fuentes del Gobierno consultadas por Folha de S. Paulo, la reunión frustrada habría muerto en su concepción: 3 veces habían cambiado el horario bajo petición de la delegación ucraniana. Nadie se presentó a la reunión en la sala de conferencias del hotel con las banderas ucraniana y brasileña listas para el encuentro. De esa manera Volodymyr Zelensky plantó a Lula da Silva.
Las primeras sospechas de la negación del líder ucraniano aluden a la neutralidad de Brasil; Lula da Silva, mantiene una postura imparcial de la invasión rusa a Ucrania y nunca condenó fuertemente el despliegue del ejercito ruso ni abogó por sanciones a Putin.
Es decir, no cae en el relato yankee ni tampoco en las imprecaciones del Kremlin. En sintonía con China, ha clamado por la resolución pacífica del conflicto, y muchas veces ha criticado el creciente abastecimiento armamentístico de Ucrania proporcionado por USA y la UE que, según él, no hace más que estirar el conflicto bélico.
En una entrevista con la revista Time, había sostenido que el mandatario ucraniano Volodimir Zelensky era “tan culpable como Putin”.
La firme posición internacional de Lula enfurece a Estados Unidos y no solo en este tema. Brasil a través de su presidencia en el BRICS, apuesta a desdolarizar el comercio internacional y respalda a China en el creciente estatus global del yuan.
Reacción de Zelensky
Por su parte, el mandatario de Ucrania aseguró que él no plantó a su homólogo brasileño sino que “no hubo pasos” por parte del mandatario latinoamericano.
“Estuve en contacto con ciertos líderes, pero no hubo ningún paso por su parte[..] En el pasado trabajamos muy bien y hoy necesitamos involucrar a cuantos más países posibles. Me reúno con casi todo el mundo en casi todos sitios, aunque todos los líderes tienen sus propios horarios y agendas”, indicó.
Pero sorprendió sus conversaciones con el primer ministro indio, Narendra Modi, también neutral en la guerra: «Transmitimos nuestro claro apoyo al diálogo y a la diplomacia para encontrar una salida. Seguiremos prestando ayuda humanitaria al pueblo de Ucrania».
De todos modos, tras la polémica, Lula da Silva se dirigió a Twitter para volver a reivindicar la paz y mostrar su neutralidad.
“Siento que ni Putin ni Zelensky están hablando de paz en este momento. Me parece que ambos creen que alguien va a ganar y no necesitan hablar de paz. No es posible construir una propuesta en guerra. Queremos que primero cesen los ataques y luego encontrar una salida negociada. Así encontraremos la paz”.
Y amplió: «Brasil, China, India e Indonesia son algunos países comprometidos con la construcción de la paz. Todos condenamos la ocupación territorial de Ucrania, los rusos no tenían derecho a hacer esto. Pero, ¿cuánto durará esto?».