Néstor Grindetti es el elegido por Patricia Bullrich para representar a su espacio en la disputa por la candidatura de Juntos por el Cambio en la Provincia de Buenos Aires. El intendente de Lanús y presidente a cargo del Club Atlético Independiente se impuso en la pulseada en la que también pugnaban el intendente de Capitan Sarmiento, Javier Iguacel, y el senador Joaquín De la Torre. En las últimas semanas, también se había sumado a ese pelotón el ex ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo.
«Como intendente de Lanús, Néstor vio de cerca la destrucción y la pobreza que generaron 2 décadas de populismo y corrupción kirchnerista en el conurbano», aseguró Bullrich al anunciar el acuerdo, y siguió: «Con decisión y gestión, lucho contra el narcotráfico, puso orden y mejoró la vida de muchos bonaerenses, por eso no tengo dudas que será una gran gobernador que trasformará la provincia».
«Agradezco el apoyo de Joaquín de la Torre, Javier Iguacel y Cristian Ritondo y su compromiso de trabajar los 4 en unidad y en equipo con determinación, para derrotar al kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires», dijo la ex ministra de Seguridad macrista que aseguró estar «convencida que para transformar hay que conocer de cerca los problemas, vivirlos y saber solucionarlos. Necesitamos un equipo de bonaerenses para resolver los problemas de los bonaerenses».
El pasado 2 de marzo, Grindetti lanzó su precandidatura acompañado por Patricia Bullrich. Amigo de Macri desde finales de los 70, cuando era cadete del grupo Socma, fue uno de los principales impulsores de una nueva candidatura del fundador del PRO a la presidencia. Cuando Macri se corrió de esa disputa, recaló en el sector que apoya a Bullrich, la presidenciable que hegemoniza apoyos del ala más dura dentro de Juntos por el Cambio.
Cuando el 12 de abril tomó licencia en la Municipalidad de Lanús, Grindetti advirtió que ser presidente del club «requiere de disposición absoluta» y que por su responsabilidad como intendente no lo podía «afrontar de manera permanente». Sin embargo, se tomó una licencia por 30 días para tratar de encauzar la situación institucional y convocar a la Asamblea de representantes que deberá elegir a un nuevo presidente, que deberá elegirse entre los actuales secretarios y vicepresidentes. Había deslizado la posibilidad de quedarse en el club, aunque su creciente exposición pública finalmente lo puso al frente del armado provincial de Bullrich.
Ahora, mientras define a su compañero o compañera de fórmula, comenzará a intesificar sus recorridas por la provincia para quedarse con la candidatura que deberá pelear con Diego Santilli, el candidato de Horacio Rodíguez Larreta, con quien Bullrich libera su real pelea de fondo.