Mientras que la tensión aumenta entre Ucrania y Rusia tras la misteriosa explosión en el Kremlin y la consecuente lluvia de drones en Kiev, ambas naciones, increíblemente acordaron en algo: el desconocimiento de una “misión secreta de paz” del Papa Francisco.
Los países vecinos y enemigos administrados por Volodymyr Zelensky y Vladimir Putin, a su modo, si bien reconocieron la intención benévola del máximo pontífice lo han desmentido.
Desde el inicio de la contienda, el papa Francisco, si bien rezó y lamentó las muertes de la guerra, nunca sostuvo una posición firme contra Rusia ni contra Ucrania. Ha preferido mantenerse en un papel de mediador y se ha limitado a pedirle a Putin detener «el espiral de violencia y muerte» ante el riesgo de una escalada nuclear mundial y a Zelenski que “esté abierto” a propuestas de paz serias.
El domingo pasado (30/04/23) el papa Francisco en la rueda de prensa a bordo del avión de regreso de su viaje de tres días a Hungría, reveló sin dar detalles que el Vaticano estaba trabajando en un plan para poner fin a la guerra ruso-ucraniana.
“Ahora hay una misión en marcha, pero aún no es pública. Vamos a ver cómo… Cuando sea pública la diré”, había dicho a los periodistas que viajaban con él en el avión papal.
En la reunión con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, “se ha hablado de esto porque a todos nos interesa el camino de la paz. Yo estoy dispuesto. Estoy dispuesto a hacer todo lo que haya que hacer”, explicó.
Moscú en insólita sintonía Kiev
Ucrania fue el primero en manifestar su desconocimiento sobre la “misión secreta” del Vaticano para lograr negociaciones de paz. “Si se están dando esas conversaciones, se están dando sin nuestro consentimiento o si nuestra bendición”, expresó una fuente de la presidencia ucraniana a CNN el lunes pasado.
Supuestamente en el encuentro entre el supremo de la Iglesia y el primer ministro de Denis Shmigal, Ucrania no solo lo invitó a que visitara su país sino también habría dejado su plan de paz.
Rusia este jueves (04/05/23) aseguró, en línea con Ucrania, que no tampoco tenía conocimiento de algún plan de paz detallado del Vaticano. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo:
“Sabemos que el pontífice está pensando constantemente en la paz, y sabemos que el pontífice está pensando en cómo se puede poner fin a este conflicto. Pero no tenemos conocimiento de ningún plan detallado que haya sido propuesto por el Vaticano en este contexto”.
Si ambas naciones no recibieron ningún proyecto de paz desde el Vaticano, existen 2 opciones: o el Vaticano confirma su milenario secretismo que nunca ha beneficiado a nadie o es todo pura falacia.
¿Qué condiciones habrá bosquejado en su sagrado plan sin considerar las de aquellos? ¿Cómo mediar con 2 patrias que piden exactamente lo contrario? ¿Cuál es el beneficio del secretismo en un clima de extrema tensión internacional?
¿Cómo negociar la orden de arresto contra Putin del Tribunal Penal Internacional bajo la presunción de crímenes de guerra?
En declaraciones a Il Fatto Quotidiano, un asesor económico del pontífice y ex presidente de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, Stefano Zamagni, confirmó, naturalmente, la misión de paz y explicó la negación de Rusia y Ucrania.
“El Papa ha estado trabajando continuamente por la paz durante más de ocho meses. Pero no sorprende: es obvio que tanto el Kremlin como Kiev lo niegan porque todavía no hay un documento oficial”, afirmó según pudo saber Vida Nueva Digital, portal de noticias religiosas.
El mismo medio sostiene que el papa Francisco concibió la “misión” el pasado septiembre en su participación en una cumbre interreligiosa en Kazajstán. Allí esperaba encontrarse con el patriarca ortodoxo ruso Kirill, pero éste no asistió.
El miércoles 3 de mayo el ministro de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú, el metropolita Antonio de Volokolamsk, «con la bendición» del Patriarca Kirill, visitó el Vaticano «para una breve visita de trabajo» donde supuestamente discutió «una amplia gama de temas de interés mutuo».
Ese mismo día desde Vaticano News escribieron: «El Papa: Mayo será el mes de la oración por la paz y el fin de la guerra». Veremos, durante estas semanas la confluencia entre la real disposición de la Iglesia y el choque de voluntades entre Putin y Zelensky.