La crisis de bancos regionales en Estados Unidos no da respiro y la caída de un grande en Europa, como el caso del Credit Suisse, obliga al Tesoro de los Estados Unidos y la Reserva Federal (FED) analizar opciones de último momento frente al temor de un efecto dominó.
Sin dudas, la suba de tasa de interés en los últimos meses generó un duro impacto en la liquidez de las empresas, principalmente las startups: ya no pueden acceder a un endeudamiento barato para cumplir sus obligaciones y necesitan ya los fondos depositados en bancos para cumplir obligaciones.
El efecto del fin de la plata dulce no está lejos de lo que pasa en otras empresas como el caso de Amazon, que acaba de anunciar otros 9.000 despidos.
Ahora, se espera que el rescate de Credit Suisse por parte de UBS resulte en decenas de miles de recortes de empleos, y el sector financiero de Suiza ya se está preparando para recibir un fuerte golpe de la polémica adquisición.
Se espera que el negocio doméstico de Credit Suisse y su banco de inversión, que en conjunto emplean a más de 30.000 empleados, soporten la peor parte de los recortes, según personas familiarizadas con los planes de UBS que dialogaron con el medio londinense Financial Times.
Estas personas agregaron que era demasiado pronto para cuantificar cuántos roles se eliminarían, pero podría representar hasta un tercio de los 120.000 empleos en el grupo combinado, ya que UBS liquida gran parte del banco de inversión y elimina los roles superpuestos en Suiza.
“La adquisición amenaza con recortes de empleo en una escala que el mercado laboral en el sector bancario no puede absorber”, dijo el martes la Asociación de Empleados Bancarios de Suiza, que pidió que se detuvieran los despidos hasta fin de año.
Qué es el momento Misky y qué analizan en Estados Unidos
Bloomberg TV reveló que los funcionarios estadounidenses están estudiando formas en que podrían ampliar temporalmente la cobertura de la Corporación Federal de Seguros de Depósitos a todos los depósitos, una medida buscada por una coalición de bancos que argumentan que es necesaria para evitar una posible crisis financiera.
El personal del Departamento del Tesoro está revisando si los reguladores federales tienen suficiente autoridad de emergencia para asegurar temporalmente depósitos superiores al límite actual de US$250.000 en la mayoría de las cuentas sin el consentimiento formal de un Congreso profundamente dividido, según personas con conocimiento de las conversaciones.
Por supuesto, esto obliga a una pregunta: ¿Emitirán más dinero y eso generará más inflación al final del camino?
“Usaremos las herramientas que tenemos para apoyar a los bancos comunitarios”, dijo el vocero de la Casa Blanca, Michael Kikukawa, sin abordar directamente si se está estudiando la medida. “Desde que nuestra administración y los reguladores tomaron medidas decisivas el fin de semana pasado, hemos visto que los depósitos se estabilizan en los bancos regionales de todo el país y, en algunos casos, las salidas se han revertido modestamente”, intentó moderar.
La mera mención de un “momento Minsky” —un colapso repentino de los mercados y las economías que están enganchados a la deuda— es suficiente para estremecer a los responsables políticos.
La teoría surge del trabajo de Hyman Minsky, un economista estadounidense que se especializó en cómo el endeudamiento excesivo alimenta la inestabilidad financiera. Los altísimos niveles de deuda en todo el mundo, junto con las altísimas valoraciones de los mercados financieros, han mantenido la teoría de Minsky en un lugar destacado, lo que ha provocado advertencias del Fondo Monetario Internacional y otros. La secretaria del Tesoro de EE. UU., Janet Yellen, una vez describió su trabajo como «lectura obligatoria», recordó el medio económico-financiero.
El término Momento Minsky se refiere a la etapa final de un período prolongado de prosperidad económica que ha alentado a los inversores a asumir un riesgo excesivo, hasta el punto en que los préstamos superan lo que los prestatarios pueden pagar. En ese momento, escribió Minsky, hay un aumento en las «finanzas especulativas y Ponzi». Cuando ocurre un evento desestabilizador tan simple como un aumento en las tasas de interés, los inversores pueden verse obligados a vender activos para recaudar dinero para pagar los préstamos. Eso, a su vez, envía a los mercados a una espiral en medio de una demanda de efectivo.
Temen más emisión y más inflación en Estados Unidos
Janet Yellen señalará un mayor respaldo del gobierno de EE. UU. a los depósitos en bancos estadounidenses más pequeños si es necesario, un cambio que busca proteger partes del sistema bancario del país que luchan en la reciente turbulencia financiera.
En medio de la creciente evidencia de que los depositantes en pánico están retirando los ahorros de los bancos regionales, el secretario del Tesoro de EE. UU. dirá que las garantías ofrecidas a todos los depositantes en el fallido Silicon Valley Bank podrían replicarse en otras instituciones si fuera necesario.
“Los pasos que tomamos no se centraron en ayudar a bancos o clases de bancos específicos”, se espera que diga Yellen en un discurso ante la Asociación de Banqueros Estadounidenses el martes. “Nuestra intervención fue necesaria para proteger el sistema bancario estadounidense en general. Y acciones similares podrían estar justificadas si las instituciones más pequeñas sufren corridas de depósitos que presentan un riesgo de contagio”.
El Tesoro de EE. UU. trabajó con la Reserva Federal y la Corporación Federal de Seguros de Depósitos para proporcionar garantías para todos los depósitos, incluidos los no asegurados, en Silicon Valley Bank y Signature Bank, que quebraron este mes. Además, la Fed anunció una nueva instalación para aumentar la liquidez de los bancos en dificultades.