FFAA en Rosario: Alberto Fernández ahora dice que «no es suficiente»

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La mediatización del conflicto narco en Rosario obligó al presidente Alberto Fernández a actuar tardíamente y mandar a las fuerzas armadas (FFAA) a la provincia. Sin embargo, la medida generó tensión en el Frente de Todos (FdT) y reavivó la interna.

Desde el 8 de marzo unos 300 gendarmes y 125 policías federales patrullan los barrios de Rosario, con el objetivo de combatir la inseguridad y el narcotráfico. Pero el despliegue, además de haber causado desconcierto en el partido oficialista, recibió cuestionamientos del propio Alberto Fernández.

En un acto en Luján, provincia de Buenos Aires, organizado por el padre José “Pepe” Di Paola, en el marco de los 10 años del pontificado del Papa Francisco, el mandatario argentino disertó sobre la situación de Rosario, democracia e internas en el FdT.

No obstante sorprendió cuando se expresó sobre el conflicto narco en Rosario. Como si de una ajena decisión política se tratara, Fernández limitó la reciente intervención de las Fuerzas Armadas en Rosario. Cuando comunicó la medida la había vendido como una solución al problema. “Una serie de decisiones con el objetivo de desarticular estas organizaciones del crimen con el propósito de fortalecer la convivencia social y la seguridad democrática”.

Pero ahora afirmó que “no es suficiente”:

«La presencia policial y militar no es suficiente, lo que más falta hace es que desaparezcan esos corruptos que se han enquistado en el Estado y los protegen y defienden»

Y probablemente tenga razón porque el entramado comprende una explicación más estructural. Rosario se considera la capital del crimen, producto de una sombría trama que relaciona políticos, jueces de alta jerarquía, legisladores y policías con el poder narco.

Es evidente la connivencia entre el crimen organizado y funcionarios de los 3 poderes del Estadio, sobre los agentes del servicio penitenciario.

Pero sus declaraciones parecen de alguien ajeno a la gestión. «La droga es un serio problema en la Argentina, más afincado en algunos lugares que en otros. El narcotráfico es un problema gravísimo, porque es crimen organizado y tiene la capacidad de meterse dentro del Estado, corromper a las Fuerzas de Seguridad, a la Justicia, a la política».

Allí, Alberto firmó en el Cabildo de Luján el compromiso «Ni un pibe, ni una piba menos por la droga», impulsado por la Federación de Hogares de Cristo.

Su cambio de opinión se dio tal vez por la breve intervención de CFK en el encuentro a través de un video grabado. En la pieza audiovisual recomendó el modo de lidiar con el narcotráfico ejemplificando con las medidas que aplicó durante su gestión y apuntó contra Alberto Fernández.

“Detrás de las Fuerzas Federales, estaba el Estado: fue el Ministerio de Desarrollo Social, fue ANSES, fue el Ministerio del Interior. El problema no se soluciona solamente con la presencia de las Fuerzas de Seguridad, sino también con que el Estado vuelva a recuperar el territorio, que no es un concepto militar, sino recuperar el rol que tiene que tener el Estado en la sociedad ante los sectores vulnerables».

Es que urge la presencia del estado en los territorios marginados, esos mismos que el peronismo abandonó y de los que se enriqueció a costa de ellos. Tanto CFK como Alberto hablan como si pretendieran despegarse del desastre del los gobiernos del PJ que posibilitaron el declive en los distritos marginales.

Barrios pobres de Rosario en los que predomina la inseguridad fueron abandonados por el Estado y apropiados por los narcos donde organizan comedores comunitarios y talleres de oficio, entre otras cosas. Por consiguiente, se valen de sus tareas sociales para reclutar a jóvenes e introducirlos poco a poco en balaceras y matanzas.

Acto en Luján

El Jefe de Estado estuvo acompañado por Santiago Cafiero, Canciller, y por Daniel Scioli, embajador en Brasil y uno de los precandidatos a presidente lanzados en el oficialismo, ministro del Interior y uno de los presidenciables impulsados por el kirchnerismo, Eduardo Wado De Pedro, y ministros nacionales como Gabriel Katopodis (Obra Pública) Kelly Olmos (Trabajo), y Jaime Perczyk (Educación).

Alberto Fernández en Luján.

Alberto Fernández en Luján.

Mientras, Máximo Kirchner y Axel Kicillof encabezaban un acto partidario en Avellaneda contra la (inexistente) de Cristina Fernández de Kirchner tras los argumentos de la condena difundida el jueves pasado por la Justicia.

Además, resaltó la figura de Jorge Bergoglio a días de consagrarse Papa: «Estuve muchos años enojado con la Iglesia, porque veía una Iglesia muy alejada de los pobres y de las necesidades de los pobres. Francisco me hizo volver a creer en la Iglesia».

«Lo admiro. Es el mayor líder moral y ético que el mundo tiene. Es un Papa que se animó a cuestionar al mundo financiero y capitalista y todas las desigualdades que eso genero», añadió.