El día de ayer hubo un violento tiroteo en un centro de los Testigos de Jehová, en la ciudad alemana de Hamburgo, que terminó con la vida de varios miembros de la comunidad cristiana. Según fuentes policiales, el tirador se apuntó a sí mismo con el arma en el momento que los efectivos irrumpía en el edificio.
Según el portal Blind, el número de muertos es de 8, incluyendo a un bebé en gestación, y otras 8 resultaron heridas, algunas de gravedad. El culpable, identificado como Philipp F. de 35 años, era empleado de un centro de negocios.
La policía alemana sigue buscando un posible móvil después de que el tirador abrió fuego en un acto al que asistieron 50 personas. El ministro del Interior, Andy Grote, en una rueda de prensa dijo que “Hamburgo nunca ha visto un tiroteo masivo como este”.
El medio Spiegel informó que el presunto perpetrador es un ex miembro de los Testigos de Jehová y que no era conocido por ser una persona extremista. Según el Hamburger Abendblatt, el evento en el edificio de dicha comunidad cristiana comenzó a las 7 p.m. Aproximadamente 2 horas después, el asesino ingresó al edificio y disparó a los presentes.
Lara Bauch, una de las testigos, comentó:
Cuando la policía recibió las primeras llamadas de emergencia, había un patrullero cerca y llegaron rápido a la iglesia donde escucharon otro disparo más que venía del interior del lugar. Según información del Bild, los efectivos encontraron al octavo muerto en el piso superior.
Las autoridades escribieron en Twitter: «Hemos localizado a una persona sin vida en un centro comunitario que creemos que puede ser un perpetrador».
Por otro lado, la policía aclaró que ellos no llegaron a realizar ningún disparo pero que seguían sin “información fidedigna” sobre el móvil del crimen. Inicialmente no estaba claro qué tipo de evento se estaba llevando a cabo en la parroquia pero el sitio web de los Testigos de Jehová programó una de las dos reuniones semanales para el jueves por la noche.
Una vez que terminó el horrible episodio, se confirmó que 17 participantes que resultaron ilesos fueron atendidos después del asesinato en masa en una ambulancia grande de los bomberos. Luego llegó un escuadrón de policía para asegurarse de que el edificio estuviera libre de trampas explosivas.
Después del crimen, la policía de Hamburgo llamó a la gente a evitar el área afectada alrededor de Deelböge, lugar donde ocurrió el tiroteo, y la población fue advertida del “peligro extremo” a través de la aplicación de alerta de desastres. El mensaje decía:
La advertencia fue levantada poco después de las 3 a.m del viernes por la Oficina Federal de Protección Civil.