Fuerzas Armadas no entran a Rosario: «No estamos preparados»

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CÓRDOBA. El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general de brigada Juan Martín Paleo,admitió esta mañana que los militares no están capacitados para desatar una guerra contra el delito como la que se demanda en Rosario. El máximo jefe de la Fuerza nacional indicó que las capacidades de los uniformados exceden la amenaza interna y que un despliegue sólo podría terminar con miles de muertes narco en las calles del país. “Los militares no estamos preparados para cumplir tareas de seguridad en las calles. Las Fuerzas Armadas tienen una letalidad en sus acciones y no están instruidas para trabajar en las calles en materia de seguridad”, destacó el general Paleo desde Córdoba. De esta manera, la máxima autoridad militar desestimó, de momento, el pedido de algunos sectores políticos por la intervención de las Fuerzas Armadas en Rosario. Según la autoridad, para un despliegue en territorio propio y con carácter de policía, deberían realizarse reformas legales y un periodo de instrucción para que parte de la fuerza empleada transforme su carácter de eliminación. “Primero debe mediar una decisión política para que los militares hagamos tareas de seguridad. Luego se debe adecuar el marco jurídico que corresponda. Cumplidas esas dos cuestiones, hay que organizar, equipar e instruir al personal militar que tenga intervención”, explicó. El temor admitido por Paleo es de que las Fuerzas aplasten a los narcotraficantes, yendo contra la ley civil. “Las Fuerzas Armadas tienen un nivel de letalidad en su accionar, que es muy superior al de las fuerzas de seguridad. Por lo tanto, no están organizadas, equipadas ni instruidas para trabajar en las calles en operaciones de seguridad”, apuntó.

Las Fuerzas Armadas no pueden ir a Rosario.

Las Fuerzas Armadas no pueden ir a Rosario.

Bien sabido es que en Argentina, la idea de despliegue de las Fuerzas Armadas en las calles es una imagen que provoca una remembranzadirecta a la época de la Dictadura.Dentro del propio círculo militar, que año a año intenta regenerar un tejido completamente roto con la sociedad, intentarán evitar a toda costa un despliegue en las calles de Rosario.

“Los militares tenemos otro rol. No estamos preparados para cumplir órdenes de la Justicia que actúa en cuestiones de seguridad. Nuestra preparación es para enfrentar a otro fuerza estatal externa”, apuntó. De cualquier forma, no negó la posibilidad de apoyo.

“El marco jurídico nos permite realizar tareas de apoyo, como puede ser logística. Transporte, alojamiento, compartir información neutra, racionamiento, pero sin intervención directa. Porque el armamento que usamos los militares es letal. El empleo de la violencia que usamos los militares es de altísimo impacto y procedimientos que no se pueden aplicar en las calles. Sólo podemos actuar ante una agresión militar externa”, expresó el alto jefe militar. A pesar de ello, en el Gobierno nacional no descartan por completo la posibilidad de generar presencia en las calles con todo el peso disponible para frenar la escalada de violencia en Rosario.

Las peticiones de intervención de las Fuerzas Armadas se basan en una lógica presente en Rosario. La droga que ingresa y egresa de la ciudad es, en gran parte, droga importada. Eso pone al filo de la navaja al concepto de “amenaza externa” que podría activar el accionar armado.