Irán es uno de los países de Medio Oriente que mayor nivel de conflicto ha entablado con el bloque occidental (USA y UE) en las últimas décadas. En ese marco, la república islámica ha sido objetivo de cientos de sanciones económicas estratégicas para evitar el desarrollo de una economía que podría virar rápidamente sobre la industria bélica, convirtiéndose en una amenaza aún mayor para las potencias mencionadas. Entre dichas sanciones, Irán cuenta con ciertas prohibiciones para el desarrollo de la industria aérea de su país, por las cuales muchas de las compañías que dominan el mercado aeroespacial civil tienen prohibido vender aviones a aerolíneas de esa bandera. Aunque esto no necesariamente impide que el país de Medio Oriente los consiga. Un ejemplo de ello fue la reciente creación de Yazd Air, una línea aérea privada (en principio) que fue anunciada por el Ministerio de Transporte de Irán hace pocos días. La nueva compañía comenzó a operar rutas de cabotaje, pero sería una de las apuestas fuertes de Iránpara hacer crecer su mercado interno.
La flota de Yazd Air estaría compuesta por un BAE 146, dos Airbus A310 y dos Embraer 145, según informó el sitio especializado Aviación Online, con los que llegará próximamente a Najaf (Irak), Dubai, Estambul y Mumbai. Dos aviones europeos y uno brasileño.
Si bien se trata de aviones reutilizados, Irán tendría incluso dificultades para conseguir estos últimos. No obstante, lo estaría consiguiendo mediante ciertas triangulaciones.
Claro, el país islámico no tiene prohibición alguna de realizar esos movimientos, aunque sí quienes lo habrían provisto. De hecho,los países trianguladores podrían tener fuertes sanciones de comprobarse la ruta de los aviones.
La mecánica a la que acude Irán es comprar los aparatos a un país A, mediante un país B que no adhiere a las sanciones impuestas. Ese país B es el que hace la venta final de la aeronave a Irán, permitiendo la continuidad de la actividad aerocomercial en el país persa.
En efecto, eso es algo que tuvo conexiones en América y, de hecho, tocó de cerca a Argentina. El Boeing 747-400 de la venezolana Emtrasur que fue objeto de polémica en Argentinahabría sido obtenido originalmente por Irán por esa vía. Ese caso reveló que Irán no solo se encarga de reunir flota propia, sino también de conseguir aeronaves para sus aliados en el mundo, que generalmente también son susceptibles de sanciones para la compra directa a empresas comoBoeing, Airbus o la misma Embraer. A su vez, eso revela la existencia de un mercado paralelo aeroespacial, especialmente ocupado por aeronaves antiguas o de producción terminada que transporta a millones de pasajeros por año.