Día del Preservativo: «Si esperás un diagnóstico para cuidarte, es tarde»

Comparte si te ha gustado

Preservativo, profiláctico, condón, forro. Pueden ser clásicos, de colores, con sabores, texturados, con espermicida. Los de látex son el tipo más común. Es barato, fácil de usar y casi no tiene contraindicaciones. Como si fuera poco, es el único método anticonceptivo que protege de embarazos y de enfermedades de transmisión sexual (ETS) al mismo tiempo, con una altísima efectividad.

Por todas estas razones se conmemora hoy el Día Mundial del Preservativo, con el objetivo de recordar y promover, una vez más, su uso correcto. La fecha fue propuesta por la AIDS Healthcare Foundation, organización dedicada a la concientización sobre el Sida, hace más de 10 años. El 13 de febrero es estratégico: un día antes del Día de los Enamorados.

“El preservativo ha sido la herramienta para evitar y disminuir la transmisión de VIH en el mundo. Tanto es así, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo considera un elemento esencial de la salud, tanto como los antibióticos y los analgésicos. Son cosas que no pueden faltar en un sistema de salud”, dijo Marina Lamm, médica especialista en ginecología, encargada del área de Calidad y Seguridad del Paciente de Ginecología del Hospital Italiano.

El preservativo «peneano» funciona creando una barrera física que impide que los espermatozoides entren en la vagina. Asimismo, sirve contra microorganismos infecciosos, ya que evita el contacto directo entre los fluidos, explica la página del Italiano.

Hoy en día son baratos y su efectividad ha sido ampliamente probada, pero su historia se remonta a siglos antes de la llamada “revolución profiláctica”. De hecho, hay registros de condones realizados de lienzo, calabaza, cuero, seda, papel, vejiga de pez y otros tejidos animales lo más diversos. El siglo pasado, las propiedades de flexibilidad y alta disponibilidad del látex le otorgaron el predominio que goza hasta el día de hoy.

Según Lamm, el preservativo tiene la particularidad de que es el único método que sí es verdaderamente inocuo, “salvo que tengas alergia al látex, produce cero efectos secundarios”, aseveró.

Sin embargo, a pesar de la extensa lista de beneficios y facilidades, solo el 17% de los adolescentes y jóvenes utilizó el preservativo en todas sus relaciones sexuales, según una encuesta realizada por la organización AHF Argentina entre el 2020 y el 2021. Se encuestaron 6.814 individuos y el 83% restante respondió que lo utilizaba solo algunas veces o nunca. Mientras que en el 2020 sólo el 3% de los adolescentes lo usó siempre y el 10% de los jóvenes, durante 2021 su uso fue de 5% y 13% respectivamente.

“El gran problema del preservativo es que vos lo tenés que utilizar en cada relación sexual, en cada exposición. Además, la utilización implica a dos usuarios porque son dos las personas que tienen que estar de acuerdo para utilizarlo. Distinta es la anticoncepción hormonal que depende de una sola”, señaló Lamm.

En consecuencia, al aumentar la cantidad de personas de las cuales depende la decisión, la probabilidad de error aumenta, explicó la ginecóloga. “Un caso de ejemplo fue lo que pasó en África, donde las estrategias de implementación del preservativo de la OMS fueron un gran fracaso porque estaban dirigidas a las mujeres. Entonces, ellas llegaban a sus casas, le decían a los varones que tenían que usarlo y ellos lo desestimaban sin más. A esto me refiero con la necesidad doble de adherencia al método, depende de dos”, insistió.

Contra el VIH y la sífilis

La primera persona que le dio el nombre de “profiláctico” fue el reconocido médico y anatomista italiano Gabbrielle Falloppio (1523-1562) que en su obra ‘De morbo gallito’ lo describe como una funda de lienzo que funcionaba cubriendo solamente el glande para evitar el contagio de sífilis. Él mismo describió: “Realicé el experimento con 1.100 hombres, y pongo a Dios por testigo que ninguno de ellos resultó infectado”.

De igual manera, las investigaciones más recientes confirman que el uso del condón reduce el riesgo de adquirir ETS y los estudios de laboratorio aseguran que actúan como una barrera incluso contra los microorganismos más pequeños, entre ellos: sífilis, gonorrea, clamidia, Virus del Papiloma Humano (VPH), hepatitis B y C, y VIH.

“El problema de las enfermedades de transmisión sexual es que hay veces que es muy fácil pasarla por alto. Una persona que tiene un herpes le duele y se ve, pero la clamidia, por ejemplo, es asintomática en 7 de cada 10 casos. Entonces, si esa persona espera el diagnóstico para cuidarse, es tarde. Otro caso es la incidencia de sífilis que está aumentando a pasos agigantados”, expuso Lamm.

Desde 2010, la tasa de incidencia a nivel nacional de sífilis creció de forma sostenida hasta alcanzar el pico de 56 personas por cada 100 mil habitantes en 2019. Luego, en 2020 se produjo una caída pronunciada, en gran parte debido al aislamiento por la pandemia de COVID-19, y en 2021 comenzó a marcarse un ascenso, estimándose que en 2022 llegó a niveles pre pandémicos, informó el Boletín Nº39 de ‘Respuesta al VIH y las ITS en la Argentina’ del Ministerio de Salud de diciembre del 2022.

En línea con la encuesta que halló un bajísimo porcentaje de uso de preservativos en jóvenes, el grupo de 15 a 24 años concentró casi el 44% de los reportes en 2021 de la infección. “De nuevo, la utilización del preservativo no es depende, es siempre”, recalcó Lamm.

Entre tanto, el informe ‘Situación epidemiológica del VIH en la Ciudad de Buenos Aires de Julio de 2022’ precisa que en el período de 2003 a 2021 se notificaron 31.062 personas con infección por VIH y el porcentaje de varones infectados a través de relaciones sexuales con otros varones aumentó de 50% de 2003 a 2004 al 80% en 2018 al 2020. Asimismo, la vía de transmisión más frecuente fue la sexual, con más del 95% de los casos.

Según Lamm, las poblaciones en mayuor riesgo de VIH son, fundamentalmente: varones que tienen relaciones sexuales con varones, trabajadores de la salud y adolescentes.

Lamm aclara que, debido a su especialidad, considera particularmente a las mujeres que, “como cada vez acceden más a otros tipos de métodos anticonceptivos, el peligro de embarazo se percibe distinto, y también hay una percepción diferente del peligro de ETS ”.

En suma, el preservativo es el único método que protege de ETS y evita embarazos, “en tanto y en cuanto sea utilizado durante toda la exposición y en todas las exposiciones”. E insistió: “hay pacientes que me dicen ‘me quedé embarazada usando preservativo’. Pero cuando indago un poquito más, me doy cuenta que en realidad no lo usan durante todo el coito, sino solo durante una parte”, relató.

Uso correcto del preservativo

Tal como lo establece la ley nacional 25.673, los preservativos son gratuitos y no hay requisitos ni límites de cantidad. Toda persona, independientemente de su edad, puede retirarlo de un centro de salud o pedírselo a su obra social o prepaga.

Según Fundación Huésped, las ETS causadas por virus, bacterias y parásitos se trasmiten de una persona a otra durante una relación sexual vaginal, anal u oral sin la correcta protección.

En este sentido, el Ministerio de Salud detalla la forma correcta, a saber:

  • Verificar la fecha de vencimiento y controlar el envoltorio.
  • No exponer al sol o al calor porque puede dañarse el látex ni llevar en la billetera, la fricción puede dañar el látex.
  • Usar desde el comienzo de la relación sexual. No usar nunca dos juntos porque la fricción los puede romper.
  • Abrir el sobre con cuidado para que no se rompa el preservativo. No utilizar elementos cortantes ni abrir con los dientes.
  • Apretar la punta del preservativo para sacar el aire antes de apoyarlo en el pene erecto porque, si la punta queda inflada, se puede romper durante la relación.
  • Desenrollarlo hasta la base del pene, cuidando que no quede inflada la punta.
  • No usar vaselina, aceite o crema de manos porque éstos pueden dañar el preservativo. Usar lubricantes «al agua» que se venden en las farmacias y están disponibles en los hospitales y centros de salud del país y son recomendables sobre todo para sexo anal.
  • Luego de la eyaculación, retirar el preservativo con el pene todavía erecto. Tener cuidado de que no se derrame el semen.
  • Siempre se usa un nuevo preservativo para cada práctica: vaginal, anal y oral.
  • Después de usar, tirar a la basura, no al inodoro.

Por otro lado, la Fundación Huésped explica que un campo de látex es “una superficie de látex fina, que se realiza a partir de un preservativo. Se utiliza para protegerse de infecciones de transmisión sexual cuando se practica el sexo oral en la vagina o en el ano, o en el caso de frotar genitales”.

Para hacerlo:

  • Se desenvuelve el preservativo.
  • Se corta el aro de la base.
  • Luego se corta en forma vertical, a lo largo.
  • Se consigue así un cuadrado de látex que se pondrá sobre la vagina o el ano.

¿Cómo y dónde se consiguen? En cualquier Centro de Salud y Acción Comunitaria (CeSAC) hay disponibilidad de preservativos.

“Hoy en día no hay ninguna razón para no usar preservativo”, resumió Lamm.