Juntos por el Cambio corre al PJ con la cachiporra

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CÓRDOBA. A pesar de que Juntos por el Cambio en Córdoba aún no tiene un candidato a gobernador definido, a falta de pocos meses para la probable fecha de elecciones, en las mesas de café opositoras ya tienen bien en claro cuál será la estratégia para la guerra electoral. La principal daga contra el Gobierno provincial del peronismo será la inseguridad. Según los dos precandidatos de Juntos por el Cambio en Córdoba, Rodrigo De Loredo y Luis Juez, ese es el ítem más débil del Gobierno de Juan Schiaretti y compañía en los más de 23 años de gestión. Y es uno de los temas más calientes en las encuestas de los últimos años. “Es el principal reclamo de la gente tras 24 años de fracaso rotundo del Gobierno provincial”, dijo Juez en una entrevista reciente con La Voz. Y así, el senador dejó entrever por dónde irán. Claro, no es fácil arremeter contra la gestión del peronismo en Córdoba. De hecho, la estrategia de Juntos por el Cambio no supone siquiera apuntar contra el actual gobernador, Juan Schiaretti, quien cuenta con altos niveles de aceptación a nivel local. El target será el candidato,Martín Llaryora, quien a pesar de su bagaje como intendente aún es vulnerable ante las críticas de los opositores. O al menos lo es a los ojos de los votantes que lo van conociendo, sobre todo en el interior de la provincia. Con el punto más fuerte en la obra pública, materia que incluso en Juntos por el Cambio le dan por aprobada al Gobierno provincial, el peronismo cordobés se encargó de ir cubriendo los posibles puntos ciegos de la gestión. Entre ellos, educación, desarrollo industrial, políticas pro agro, entre otras.

Por su parte, la pobreza, consideran en Juntos por el Cambio, no es completamente adjudicable al Gobierno provincial. En ese sentido, el peronismo cordobés ha practicado fuertes políticas sociales de asistencia, aunque sin poder frenar el fenómeno nacional.

Juntos por el Cambio quiere correr al peronismo en patrullero. 

Juntos por el Cambio quiere correr al peronismo en patrullero.

 

Por ello, la inseguridad aparece como la parte que nunca se pudo domar. Y ello no solo comprende a la delincuencia activa, sino también a una policía provincial con muchos episodios de podredumbre institucional.“La situación en la ciudad de Córdoba está tan desbordada que está pasando lo mismo en las localidades del interior que estamos recorriendo, sobre todo en las regiones turísticas”, expresó al respecto, Rodrigo De Loredo. En lo que va del 2023, Córdoba ya registró más de una quincena de homicidios.

La crítica principal de la oposición correrá por el ataque inactivo contra la inseguridad. Según los opositores, el Gobierno provincial se dedicó, todos estos años, a invertir en recursos materiales únicamente, dejando de lado al personal y sus capacidades.

“La seguridad no es únicamente la compra de un patrullero, también es la inversión en el recurso humano”, apuntó Juez. Las críticas llegaron después del paso de Juan Schiaretti por la Legislatura, en donde anunció que para el 2023 la Provincia haría una fuerte inversión en recursos físicos para las fuerzas.

Durante 2020 y 2021,la Policía de Córdoba sufrió una reestructuración inevitable. Sobre todo luego del caso de Valentino Blas Correas, el joven de 17 años brutalmente asesinado en un control policial.   Ese hecho derivó en la salida de toda una cúpula policial, incluyendo al por entonces ministro de Seguridad, Alfonso Mosquera. Hoy, Mosquera se encuentra en la Legislatura.“Va a llenar de patrulleros, pero si no capacita a los policías, los van a agarrar a balazos”, concluyó Juez al respecto. Todo ello en un tono que seguramente se irá profundizando.