China se suma a las denuncias por sabotaje de EE.UU en el Nord Stream

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El silencio oficial de Estados Unidos ante la grave denuncia de la investigación del reputado periodista de investigación estadounidense Seymour Hersh sobre la implicación de buzos de la Armada de EE.UU. en la explosión de los gasoductos Nord Stream, ya es un escándalo internacional.

Ahora, la vocera del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, pidió aclaraciones a Estados Unidos: «Los gasoductos Nord Stream son infraestructura transnacional vital. Las explosiones han tenido un grave impacto en el mercado energético global y en el ambiente ecológico».

 Agregaron sobre la necesidad de confirmarse o no la investigación del periodista norteamericano: «Si Hersh dice la verdad, lo que reveló es claramente inaceptable y debe ser contestado. EE.UU. debe al mundo una explicación responsable».

 

Adrienne Watson, una portavoz de la Casa Blanca, calificó la nota del periodista como «una ficción completamente falsa», mientras que Tammy Thorp, vocero de la CIA, repitió lo mismo.

 

Por su parte, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, recordó que Moscú, en reiteradas ocasiones, había ofrecido, en particular, a Dinamarca y Suecia, ayudar a investigar las explosiones en los gasoductos, pero siempre se encontró con un rechazo.

 

¿CON AYUDA DE NORUEGA?

 

«El pasado mes de junio los buzos de la Armada estadounidense, que operaban al amparo de un ejercicio de la OTAN ampliamente publicitado y conocido como ‘Baltops 22’, colocaron los explosivos que, al ser activados por control remoto tres meses después, destruyeron tres de los cuatro gasoductos Nord Stream«, indicó Hersh citando una fuente con conocimiento directo de la planificación de la operación.

 

Según el periodista estadounidense, el 26 de septiembre un avión de la Marina noruega lanzó una boya hidroacústica que detonó los artefactos explosivos.

 

Hersh afirmó que fueron buzos de la Armada estadounidense quienes colocaron los explosivos en los gasoductos Nord Stream en junio del 2022. Sostiene que la operación se llevó a cabo bajo la cobertura de los ejercicios BALTOPS 22 de la OTAN.

 

Tres meses más tarde los dispositivos fueron activados de forma remota para destruir los gasoductos.

 

Además, según el periodista, Noruega ayudó a los buzos a colocar cargas de C4 -explosivo plástico- bajo los gasoductos.