Mientras la inflación de 2022 fue de 94,8%, el precio de la carne tuvo un aumento del 42,4% respecto al año anterior.
La diferencia con respecto al 95% del incremento promedio en Alimentos, se debió a que en el segundo semestre hubo un exceso de oferta de hacienda por la sequía, ya que los productores comenzaron a vender los animales por el aumento de costos para su alimentación.
Esta sobreoferta terminó en enero y está ocurriendo el proceso contrario, con menos cantidad de hacienda, lo cual genera aumento de precios.
«Desde la semana pasada el precio de la carne comenzó a acomodarse. Era algo previsible, porque estamos abajo del precio la hacienda con respecto a la inflación. Se va a trasladar despacio a los mostradores, pero se tendrá que hacer”, afirmó Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMYA)».
“La falta de hacienda por la sequía está haciendo subir los precios y estamos esperando ver cuál es el techo. Si sube $ 150 el kilo vivo, aumenta $ 300 la media res y $ 600 al mostrador. Es decir que el corte que se pagaba $ 1.500 llegará a $ 2.100 por kilo cuando se termine trasladar”, indicó el vicepresidente de CAMYA.