El presidente Luis Lacalle Pou recibió a su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en la residencia oficial de Suárez y Reyes, y finalizado el encuentro a puertas cerradas, los dos mandatarios brindaron una conferencia de prensa en la cual primó la buena relación entre ambos y el optimismo por el futuro de las negociaciones en torno al Mercosur y la apertura comercial.
El Mercosur, tema central de la reunión
A diferencia de lo que podía esperarse luego de los diferentes cruces en el marco de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), Lacalle Pou reconoció que salió de la reunión con «optimismo por la visión» que Lula y su equipo acercaron respecto del Mercosur. «Esperemos que se pueda consolidar en poco tiempo, porque si hay algo que Uruguay no puede hacer es quedarse quieto en materia de relaciones internacionales», enfatizó el presidente.
Sobre las conversaciones, el jerarca señaló que ambos dejaron claros los puntos de matiz para avanza y mejorar, remarcando la «necesidad de Uruguay de abrirse al mundo», si bien invitó a todo el Mercosur a hacerlo.
En cuanto al Tratado de Libre Comercio (TLC) con China, Lacalle Pou explicó que ambos países avanzarán en su negociaciones de forma individual —o regional—, revisando qué es lo que quieren y necesitan de la relación con el país asiático y que, llegado el momento de definir, estudiarán la posibilidad de «plegarse» en un único acuerdo.
Lula, por su parte, consideró que «los reclamos que nos presenta el presidente Lacalle son más que justos, en primer lugar porque su rol es defender a su país, los intereses de su economía y de su pueblo». «Es justo querer producir más y querer vender más, y por eso es importante una apertura lo mayor posible para nuestros pueblos hacia otros países», señaló, y añadió que «en cuanto a estas ideas de discutir la renovación del Mercosur, estamos completamente de acuerdo».
Y si bien reconoció que para esto será necesario sentarse a discutir, el presidente brasileño recordó que lo más urgente y necesario es que el Mercosur firme un acuerdo final con la Unión Europea para, así, poder iniciar la negociación de acuerdo entre el bloque regional y China.
Asimismo, Lula insistió en la necesidad de fortalecer el multilateralismo y los organismos regionales con el objetivo de pelear por una «nueva gobernanza mundial» más representativa, en la que espera «contar con Uruguay».
El trabajo en conjunto por las obras de infraestructura
El otro punto central durante la conferencia fueron las diferentes obras de infraestructura en la agenda de ambos países. La primera obra que destacó Lacalle Pou fue la de las hidrovías de Laguna Merín y la Laguna de los Patos, «una obra de escasa cuantía económica pero muy importante para una región de nuestro país», según valoró el presidente uruguayo y para la cual, a su turno, Lula asumió el compromiso de llevarla a cabo.
Lacalle Pou también mencionó el puente binacional de Río Branco, el cual buscan que «pueda sostener una carga mayor de tránsito productivo». Y comentó también sobre las conversaciones en torno a la posibilidad de que el Aeropuerto de Rivera pase a ser un aeropuerto binacional o internacional.
El futuro del Mercosur en la posición de Brasil
El Mercosur atraviesa una profunda crisis en medio de la decisión de Uruguay de negociar un TLC con China y solicitar el ingreso al Acuerdo Transpacífico sin la anuencia de sus socios Brasil, Argentina y Paraguay, que han advertido que el bloque podría resquebrajarse.
Los tres países argumentan que el tratado fundacional del bloque señala que cualquier TLC con naciones fuera del Mercosur requiere el visto bueno de todos los integrantes del grupo, y que romper esa regla pone en peligro el futuro del proceso.
Previamente a las expresiones de Lula en Uruguay, y en ese sentido, Brasil expresó en Buenos Aires, en el marco de la cumbre de la Celac, que considera que el bloque regional debe quedar como está. «Creemos que el Mercosur debe ser preservado», enfatizó Celso Amorim, ex canciller durante las primeras presidencias de Lula y asesor principal del mandatario, un día antes de desembarcar en Montevideo.
En busca de un acuerdo frente al arancel externo común
Respecto de la posibilidad de realizar modificaciones sobre el arancel externo común, Amorirm sostuvo que «vamos a conversar”, y que esa alternativa está dentro de la idea de preservación del bloque. “Eso es una cosa que no es exigencia de Brasil o de Argentina, es el artículo primero del Tratado de Asunción», afirmó el asesor de Lula.
Ese artículo del texto constitutivo del Mercosur consagra «el establecimiento de un arancel externo común y la adopción de una política comercial común con relación a terceros Estados o agrupaciones de Estados, y la coordinación de posiciones en foros económicos comerciales regionales o internacionales».
Uruguay considera que Argentina y Brasil ya han adoptado medidas bilaterales dentro del bloque como, precisamente, reducciones del Arancel Externo Común, y sostiene que otros postulados fundacionales, como constituir una unión aduanera o un mercado común, no se han cumplido.
La visita de Lula a la oposición
Luego del encuentro con Lacalle Pou en la residencia presidencial, Lula visitará a la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, una de las principales figuras del Frente Amplio (FA).
De hecho, la coalición de izquierda, que estuvo en el poder durante 15 años bajo las presidencias de Tabaré Vázquez (2005-2010, 2015-2020) y José Mujica (2010-2015), convocó a sus militantes a través de sus redes sociales para que asistan a la explanada municipal a saludar a Lula «en defensa de la democracia y la integración latinoamericana».
El brasileño recibirá una medalla por su contribución al medioambiente de manos de Cosse, en un acto público desde un balcón de la Intendencia, en la céntrica avenida 18 de julio.
Al finalizar, en compañía de su esposa Rosangela, hará su última parada antes de emprender el retorno a Brasil en la chacra de Mujica, en Rincón del Cerro, una zona rural al oeste de Montevideo. El presidente del FA, Fernando Pereira, podría participar del encuentro.
Las citas con referentes frenteamplistas han generado incomodidad en algunos integrantes del gobierno, al ser vistas como un fuerte respaldo a la oposición en un año preelectoral. «Representa un acto de política interna al establecerse una preferencia clara sobre un determinado partido político del país», opinó el ex presidente Julio María Sanguinetti.