Mauricio Macri sigue jugando al candidato.

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Mauricio Macri sigue jugando al candidato. Aunque se niega a confirmarlo, sus ambiciones electorales parecen cada vez más claras. Y lo demostró este jueves por la tarde en Mar del Plata, donde utilizó la presentación de su libro Para qué como excusa para conseguir su primera postal política del 2023 y sondear el nivel de su imagen antes de emprender otra posible carrera presidencial.

Casi a las 18.30, media hora después del horario de convocatoria que había comunicado su equipo, el fundador del PRO apareció en el primer piso de La Normandina, uno de los complejos más reconocidos del sector costero de Playa Grande. Lo hizo, casualmente, con “Back in black” de fondo, el clásico de AC/DC que en su estribillo reza una y otra vez: “Estoy de vuelta”.

Entre la custodia y los saludos, Macri demoró unos minutos en alcanzar el pequeño escenario que terminó compartiendo solamente con Martín Yeza, el intendente de Pinamar, que ofició de “entrevistador”. Una vez arriba, los fanáticos amarillos que ocuparon el salón empezaron a corear desde sus sillas el mismo grito que se escuchó en la despedida: “Mauricio presidente, Mauricio presidente”.

Entre las primeras filas, se pudo ver la curiosa presencia de Pablo Cabaleiro, luciendo la caraceterísca galera del “Mago sin dientes”, y los lugares más exclusivos quedaron reservados, naturalmente, para las principales figuras de Juntos por el Cambio: entre ellos, el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, Cristian Ritondo, Miguel Ángel Pichetto, Jorge Macri, Hernán Lombardi y Diego Santilli.

Con el faltazo de Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, no hubo candidatos presidenciables en el acto. Sí estuvo María Eugenia Vidal, pero ella tampoco definió aún si se postulará. Si bien el jefe de gobierno porteño y la titular del PRO ya habían avisado que no irían por razones de agenda y vacaciones, respectivamente, la ausencia de los candidatos más importantes que propone JxC no dejó de exponer los cortocircuitos internos en la coalición.

“Estoy, y siempre voy a estar”

Al hablar por micrófono, Macri reiteró las críticas al oficialismo pero evitó ahondar en grandes definiciones políticas. Respecto de su futuro inmediato, no confirmó ni descartó volver a candidatearse por la Presidencia. “Yo estoy y siempre voy a estar independientemente de lo que haga en los próximos años. Siempre voy a estar. Y voy a estar para garantizar a nuestra mejor compañera, que es la libertad, y voy a estar porque amo este país y popque hoy tengo más confianza que nunca en ustedes”, expresó, con cierta ambigüedad.

Lo que sí reivindicó fue la importancia de las elecciones primarias (PASO). En distintas oportunidades, habló de la necesidad de que haya una “competencia” y de promover disputas “sanas”. “Estamos en una etapa distinta de nuestro espacio, abiertos a una competencia para ver quién conduce, y queremos que cada uno pueda ser feliz con la mejor compañera que hay que es la libertad”, se repitió.

“La mayoría de la gente suele pensar que competir es algo malo, y esto pasa en todos los ámbitos. Una de las razones por las cuales Argentina retrocedió mundialmente 50 o 70 años es porque no hemos querido entender que la competencia nos dignifica. La primera competencia es con nosotros mismos. De eso se trata lo que planteamos”, justificó.

Las “dos bombas”

El mismo hombre que dejó al país con una deuda inédita por 45 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo estar preocupado por las “dos bombas” económicas que asegura que dejará el gobierno de Alberto Fernández en diciembre. Por un lado, mencionó la deuda acumulada en pesos cuyo vencimiento está previsto para este mismo año, y la deuda del Banco Central de la República Argentina (BCRA) «que cada siete u ocho meses crece el equivalente a un PBI». “No sé cuál es peor”, dijo.

“Si aprendimos del 2015, hoy tenemos que hablar con claridad de lo que está sucediendo. En 2015, por exceso de entusiasmo e inexperiencia, no profundizamos en lo que recibíamos. Esta vez, vamos rumbo a recibir estas dos bombas que son tremendas que van a ser muy complicadas y es muy difícil entender cómo se van a resolver”, advirtió.

En otro tramo, el líder del PRO se refirió al juicio que promueve el Presidente contra los ministros del máximo tribunal de Justicia y lo tildó como el “último manotazo tardío e inútil por desequilibrar la Argentina” por parte del Frente de Todos. “Este Gobierno nos quiere llevar a un escalón más hacia el infierno. Pero bueno, es uno más. Vamos a subirlos todos. Uno por uno durante los próximos años hasta estar en el lugar donde nos merecemos estar, por más que hagan todo el daño que están haciendo. Este Gobierno parece un ejército de demolición”, sentenció.

“Se van a ir a la mierda”

Después del fracaso económico de su primera gestión, el expresidente ahora se muestra decidido a abandonar las políticas de “gradualismo”. Este jueves dijo que el próximo mandato debe tener como horizonte la ejecución de un “cambio claro, profundo y veloz”. “Los jóvenes son ansiosos, y si a ellos no les mostramos que esto va en serio, entonces se van a ir a la mierda todos”, razonó, entre aplausos que recibió de la audiencia.

“El peor virus que te inyecta el populismo es la resignación y la desesperanza. Y no tenemos que dejar que ellos se salgan con la suya. Ha sido muy doloroso ver todo lo que retrocedimos de vuelta del 2019 para acá. Nos desconectamos del mundo, el narco se apropió de los barrios que tantas veces recorrimos con María Eugenia, y pasaron muchas cosas malas”, dijo Macri.

Para el expresidente, la diferencia de Juntos por el Cambio con Cambiemos es que “ahora hay una experiencia que no había antes para hacer todo lo que no se pudo” en 2015-2019. “Y vamos a tener un mandato de la gente, que es mucho más amplio. Así que hay que decirle no a la desesperanza”, pidió.

Ya en el cierre, Macri aseguró que estos meses que anteceden a las elecciones “marcan el final de una era de oscuridad y de muchos años y décadas de mentiras de este populismo”. “Se está cayendo la mentira. Ya nos dimos cuenta de que por acá no hay futuro y hoy los argentinos están esperando octubre para empezar una nueva etapa”, ratificó, y prometió: “Al final de este año, Argentina se despierta y arranca un proceso de 20 años de crecimiento”.