Los mercados brasileños absorben sin mayores sobresaltos la crisis política, tras el intento de golpe a Lula Da Silva debido a que el Presidente logró mantener el control político del país.
En su primera semana de Gobierno «Lula» avanzó con su promesa electoral de dar marcha atrás con las privatizaciones que había encarado su antecesor, Jair Bolsonaro.
Por tal motivo, la bolsa de San Pablo tuvo dos jornadas en (baja 3,06% el lunes y 2,08% el martes), pero luego sumó tres jornadas en alza (1,12% el miércoles, 2,27% el jueves y 1,23% el viernes). El Real tuvo un recorrido similar para cerrar el viernes en $ 5,28 cotización que apenas se modificó este lunes.
En cuanto a los activos de las grandes empresas brasileñas negociadas en el exterior operan dispares. Bradesco S.A baja 0,5% en Wall Street. En tanto, Vale S.A retrocede 1%, Petrobras opera estable y Embraer S.A sube 2%.
Tal como anticiparon la mayoría de los economistas, los mercados reaccionarían negativamente en corto plazo. “A medida que se reanude el trabajo diario del gobierno, la atención debe volver a los temas macro que han ido ganando importancia y, poco a poco, pero con firmeza, los cambios microregulatorios que empiezan a ganar más espacio en las discusiones gubernamentales”, señaló el equipo de JPMorgan.
Para el economista jefe de Banco Fibra, Cristiano Oliveira, los actos antidemocráticos no deberían tener un impacto significativo en los precios del mercado financiero. «Yo creo que, en la apertura de negocios, debe ocurrir alguna reacción negativa, pero que no debe durar todo el día». Como paralelo, Oliveira señala que la invasión del Capitolio de Estados Unidos hace dos años tampoco tuvo un impacto significativo en los precios.
«Los disturbios podrían resultar en una prima de riesgo duradera sobre los activos financieros del país, particularmente si hacen que el presidente Lula redoble su agenda económica», dijo William Jackson, economista jefe de mercados emergentes de Capital.
El real y el Bovespa, que tuvieron un mejor desempeño que otros mercados emergentes en América Latina durante la mayor parte de 2022, ya se habían visto afectados por turbulencias en los primeros días después de la toma de posesión de Lula el 1 de enero por preocupaciones sobre el aumento del gasto público.
«Dado que la situación parece estar bajo control en Brasilia, esperaría que cualquier impacto en la clase de activos sea de corta duración«, concluyó Alejo Czerwonko, director de inversiones para Mercados Emergentes de América en UBS Global Wealth Management al principio de la jornada.