Biden contra la pared: crece la presión para expulsar a Bolsonaro de Estados Unidos

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Mientras en Brasil el presidente Lula da Silva intenta calmar las aguas, en Estados Unidos los nervios empiezan a incomodar a la administración del Partido Demócrata de Joe Biden. Es que el exmandatario Jair Bolsonaro sigue en ese país y el gobierno norteamericano siente como la mirada de la comunidad internacional empieza a pesar.

Cabe recordar que Bolsonaro marchó al estado de Florida dos días antes de que terminara su mandato, sin realizar el cambio de mando con Lula. El episodio de violencia de este domingo, donde miles de bolsonaristas salieron a las calles a dar un golpe de Estado contra el gobierno del PT fue un llamado de atención gravísimo.

Biden bajo presión: piden la expulsión de Bolsonaro de Estados Unidos

Ahora quien tiene la presión es, justamente, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Las imágenes de bolsonaristas asaltando el Congreso, el Tribunal de Justicia y el Palacio de Gobierno de Brasilia le recordaron los episodios de militantes de otro expresidente, Donald Trump, cuando invadieron el Capitolio, dos años atrás.

Ahora Biden, demócrata, se enfrenta a una creciente presión tanto local como internacional para sacar a Jair Bolsonaro de su exilio autoimpuesto en los suburbios de Orlando. “Bolsonaro no debería estar en Florida”, dijo el congresista demócrata Joaquín Castro a CNN. “Estados Unidos no debería ser un refugio para este autoritario que ha inspirado el terrorismo doméstico en Brasil. Debería ser enviado de vuelta a Brasil”, añadió.

Otra congresista demócrata, Alexandria Ocasio Cortez, subrayó que “Estados Unidos debe dejar de conceder refugio a Bolsonaro en Florida”, a través de Twitter, este domingo. En esa línea, desde la propia trinchera de Joe Biden empezaron a marcar distancia y hacerle sentir el rigor de la incomodidad de albergar al expresidente de Brasil.

Bolsonaro tuvo una relación poco feliz con Joe Biden. Las sospechas aún pesan más cuando se trata de la forma en la que el exmandatario brasiero ingresó a suelo norteamericano, en vísperas de la asunción de Lula como presidente.

Ahora el tiempo corre en contra para todos: Biden quiere sacar la «papa caliente» de Bolsonaro y no correr más con los cuestionamientos. Al mismo tiempo, el expresidente de Brasil puede quedar afectado por cuestiones adminsitrativas, que lo llevarían ante la justicia de su país para dar explicaciones y ser juzgado.

Es que la ley de Estados Unidos puede expulsar a un extranjero, incluso a uno que entró legalmente con una visa, por cualquier razón. Fuentes locales aseguran que Bolsonaro casi con seguridad habría utilizado una visa A-1, que están reservadas para jefes de Estado.

Normalmente, el A-1 se cancela después de que el beneficiario deja el cargo. Pero como Bolsonaro salió de Brasil y entró en Estados Unidos antes de que terminara su mandato, el funcionario sospechaba que su A-1 sigue activa. Si esta docimentación es revocada, dejará de tener su «inmunidad» y podría ser expulsado sin mayores justificaicones.

Al regresar a Brasil, la Justicia bien podría accionar mecanismos de juzgamiento e investigación. Aunque en paralelo, los fanáticos recibirán a su líder y, quien sabe, cómo podría terminar de repercutir en las calles del país vecino, más si se piensa en los hechos ocurridos en Brasilia este domingo.