«Los tiempos nos exigen y obligan a buscar una sola voz en América Latina»

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El contexto global de múltiples crisis obliga a buscar «una sola voz en América Latina», afirmó este miércoles la canciller chilena Antonia Urrejola, quien abogó por lograr una agenda esencial en la región y destacó el espacio de diálogo «sin exclusiones» que brinda la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

«Cuando las agendas son muy ambiciosas es cuando hemos fracasado», dijo Urrejola, de 53 años, en una entrevista con Télam en el marco de su visita a Buenos Aires, donde asiste a la cumbre de cancilleres de la Celac y este jueves a la que celebra este mecanismo con la Unión Europea (UE).

La ministra, que se sumó al Gobierno de Gabriel Boric tres meses después de concluir su mandato al frente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), consideró que «falta mucho por la integración regional» y señaló la necesidad de superar las «diferencias ideológicas» para alcanzar una agenda común en América Latina.

En ese sentido, subrayó el rol de la Celac como espacio de diálogo «sin exclusiones», a diferencia de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Urrejola, una de las 15 mujeres del primer Ejecutivo de Chile en el que los hombres son minoría, se refirió también a la dificultad de llevar adelante una política exterior feminista -tanto hacia dentro como hacia afuera de su cartera- en un ámbito mayoritariamente masculino.

Foto Ral Ferrari

Foto: Raúl Ferrari.

– Boric dijo que su prioridad es que América Latina tenga una sola voz. ¿Cree que la Celac, en lugar de la OEA, es la plataforma indicada para impulsarla?
– Creo que no son comparables. La OEA es un organismo con una carta constitutiva, que tiene una estructura y un conjunto de órganos dependientes. Entre ellos, uno muy importante para este país, la CIDH, que cumplió un rol histórico. Por lo tanto, me parece que uno no reemplaza al otro. Dicho esto, me parece que la Celac es un espacio muy importante de diálogo y concertación política porque es un espacio hemisférico que une a todos los países de América Latina y también del Caribe, y sin exclusiones. Esa es la diferencia fundamental, con respecto a la OEA o la Cumbre de las Américas. Un espacio como la Celac, donde los países de la región podamos conversar, tener un diálogo político, establecer prioridades y buscar agendas comunes es súper importante.

– De ahí la relevancia de las cumbres que se celebran esta semana en Buenos Aires.
– No porque esté aquí, pero me parece importante señalar el rol que ha cumplido Argentina en la presidencia pro témpore de reimpulsar la Celac. Estoy segura que la reunión de hoy y mañana van a ser muy importantes en ese sentido, como también el diálogo con la UE. Que la región converse con otra región, sobre todo en estos tiempos, y una región como la UE es un hito bien importante. A partir de esos diálogos se empiezan a buscar agendas comunes y empiezan a aparecer iniciativas concretas de convergencia.

– ¿Es posible potenciar una sola voz cuando en la región hay posiciones enfrentadas sobre los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua?
– Creo que los tiempos nos exigen y nos obligan a buscar una sola voz. No es fácil. Hay diferencias ideológicas muy grandes en la región, pero la UE también tiene entre sus países miembros diferencias tremendas. Ni qué decir Naciones Unidas. En el caso de la UE, se logra encontrar un punto de encuentro en algunos temas y creo que los tiempos actuales -la invasión de Rusia en Ucrania, el tema de la seguridad alimentaria, el cambio climático y el tremendo impacto que está teniendo en los desplazamientos, desastres naturales y la economía- nos exigen a los gobiernos de la región buscar una sola voz. Por lo menos una agenda, aunque sea corta. Tenemos temas y problemas en común y no los vamos a resolver de manera aislada. No podemos permitirnos que las diferencias ideológicas nos separen para no buscar una convergencia, al menos en una agenda común.

Foto Ral Ferrari

Foto: Raúl Ferrari.

 

ARGENTINA Y CHILE CONFORMARÁN UN GABINETE BINACIONAL EN 2023

Urrejola dijo que Argentina y Chile volverán a conformar un gabinete binacional el próximo año, una iniciativa que había sido suspendida desde el inicio de la pandemia y que, según señaló, permitirá potenciar el intercambio y el desarrollo de proyectos entre ambos países.

«Estamos viendo una fecha para el próximo año», dijo a Télam Urrejola, quien destacó la importancia de la medida.

Si bien el gabinete integraría a los presidentes y un conjunto de ministros de ambos países, la canciller manifestó la intención de coordinarlo con una reunión de gobernadores para sumar a las autoridades regionales.

«Es un tema muy importante porque eso va a permitir también ir estableciendo proyectos más concretos en las distintas carteras, sin perjuicio que las distintas carteras tienen una relación permanente», indicó.

Consultada sobre el impulso del denominado «Triángulo del Litio», que integran Argentina, Chile y Bolivia, Urrejola señaló que los tres países han avanzado en el «intercambio de buenas prácticas, la cooperación científica y de integración».

«Somos tres países vecinos que tenemos una riqueza natural y es importante que podamos coordinarnos y ver cómo podemos establecer estrategias conjuntas», manifestó la también abogada, que de momento descartó el impulso de una política común de fijación de precios.

«En Chile estamos también trabajando internamente en generar una política nacional del litio y, por lo tanto, esa política va a tener que converger con esta otra conversación», precisó.

La jefa de la diplomacia chilena destacó, por otra parte, el intercambio comercial y cultural «permanente» entre ambos países y resaltó la importancia de avanzar en la integración física y digital de una frontera con más de 40 puestos límitrofes en común.

«Modernizar los pasos fronterizos tiene un efecto en el comercio y en la población que va de un país al otro de manera permanente, el intercambio familiar, comercial, cultural», explicó y agregó: «Son cosas que parecen como bien básicas, pero todavía estamos bien atrasados».

Dentro la «inmensa» y «robusta» agenda que comparten ambas naciones, la funcionaria destacó también la actuación conjunta en los espacios multilaterales, en la que «tenemos muchas convergencias que en estos tiempos son superimportantes».

En concreto, citó la agenda en materia de derechos humanos, de género y diversidad sexual, así como los temas ambientales y la Antártida.

«Cuando hablamos de una sola voz, a veces no es toda la región pero sí ir partiendo al menos con los países vecinos en temas que nos afectan a ambos», concluyó.

– ¿En qué estado se encuentra entonces la integración latinoamericana y cuáles son los principales desafíos de la agenda regional?
– Precisamente, por eso la importancia de revitalizar la Celac. Existen muchos mecanismos de integración regional, como el Mercosur o la Comunidad Andina, pero un espacio donde estemos todos los países de la región no existe, salvo este. Creo que nos falta muchísimo por andar y que el desafío es precisamente ver uno, dos o tres temas donde sí sabemos que debemos ponernos de acuerdo.

– ¿Por ejemplo?
– Desde mi perspectiva, el tema de los efectos del cambio climático y cómo lo enfrentamos conjuntamente o los temas de seguridad, crimen organizado. Creo que ahí sí podemos buscar una agenda común y ese es el desafío. Pero sí falta mucho por la integración regional y también todo el tema comercial, que en eso se ha avanzado más bilateralmente o a nivel subregional.

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Foto: Raúl Ferrari.

– ¿El modelo europeo es acaso un faro para la integración latinoamericana?
– No sé si un faro porque los contextos son distintos. La creación de la UE es distinta a la actual situación de la región, pero sí creo que es un ejemplo de cómo países tan disímiles en su momento lograron a partir de cosas pequeñas, económicas, ir armando una integración regional. Por eso creo que como región tenemos que ponernos de acuerdo en uno, dos o tres temas, porque cuando las agendas son muy ambiciosas es cuando hemos fracasado. La UE, en ese sentido, es un ejemplo porque empezó en torno a temas económicos, con una agenda muy poco ambiciosa y finalmente es un espacio de convergencia muy importante.

– ¿Cómo ve el escenario de cara al balotaje en Brasil?
– (Suspira) Estaba mirando las encuestas y creo que no es una carrera ganada. Vamos a estar muy atentos a lo que pase este domingo.

– Una reelección de Jair Bolsonaro no tendría los mismos efectos en la integración americana que un triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva.
– Como canciller del presidente Boric, lógicamente tenemos una diferencia ideológica muy grande con el presidente Bolsonaro y de ganar Lula va a haber un acercamiento mucho mayor. Pero, dicho esto, Brasil es un país estratégico y fundamental en la región y, por lo tanto, tenemos que seguir fortaleciendo los lazos independientemente del presidente que gane.

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Foto: Raúl Ferrari.

– La impronta feminista del Gobierno de Boric se ve también reflejada en la implementación de una política exterior feminista. ¿Qué significa llevarla adelante en un ámbito mayoritariamente masculino?
– (Levanta las cejas y sonríe) No ha sido fácil. La política exterior, no solo en Chile, diría en el mundo -unos más, otros menos-, sigue siendo mayoritariamente de hombres y, por lo tanto, es un desafío bien importante. Primero, explicar por qué una política exterior feminista. En distintos foros multilaterales o periodistas, me lo preguntan. Pueden entender que exista un Ministerio de la Mujer y políticas públicas con enfoque de género, pero aparece como muy extraño que dentro de un eje de una política exterior esté la feminista. Creo que uno de los principales desafíos, primero, es que no me hagan más esa pregunta (risas). El solo hecho que la me hagan tanto quiere decir por qué es necesario una política exterior feminista.