Más de medio millón de uruguayos comieron menos por falta de dinero en el último año

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Más de medio millón de uruguayos redujeron el consumo de alimentos y 105 mil directamente no pudieron comer, por lo menos durante una jornada, por falta de dinero para comprar comida, indicó el primer Informe Nacional de Prevalencia de Inseguridad Alimentaria. El fenómeno se acentúa en el noreste de ese país, en los hogares con niños y en los sectores con menores ingresos.

La encuesta estuvo a cargo del Instituto Nacional de Estadística del Uruguay y tomaron como referencia la situación alimentaria de 7.624 hogares, entre julio de 2021 y julio de 2022.

Al analizar la situación por zonas geográficas, el estudio observó niveles de prevalencia similares en Montevideo y en el interior. Sin embargo, los resultados en el noreste del país mostraron un mayor índice de inseguridad alimentaria: el 16,9% de los hogares con un nivel moderado y 3,8% en un nivel grave. En el área metropolitana de Montevideo esos índices fueron de 15,3% y 2,6% respectivamente.

Los números sorprendieron a las autoridades del país, quienes aseguraron a medios locales que esperaban un porcentaje mayor luego de conocerse los resultados de un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) donde señalaban que en 2020, el 25% de los uruguayos padecían inseguridad alimentaria moderada, y 8,5% en forma grave. 

Qué es inseguridad alimentaria

Técnicamente, la inseguridad alimentaria se define como aquella situación en la que una persona carece de acceso regular a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para llevar una vida activa y saludable. Las razones básicas pueden ser dos: la carencia de recursos para obtenerlos o la falta de disponibilidad de los alimentos.

El estudio demostró que la inseguridad alimentaria se acentúa en los hogares en los que residen niños menores de seis años. Así sucede más allá de la zona del país que se considere. Así, la prevalencia moderada se ubica en 21,5%, y los casos graves llegan al 3,8%.

La inseguridad alimentaria puede experimentarse en diferentes grados. Los niveles más leves son cuando surge la preocupación por no poder acceder a suficientes alimentos que se consideran nutritivos. La etapa «moderada» es cuando comienza a quedar comprometida la cantidad de alimentos consumidos. La grave, en tanto, se configura cuando una persona se saltean comidas o pasa todo un día sin comer.

La situación se asocia con diversos problemas de salud, en particular en la infancia y la adolescencia. Las personas con inseguridad alimentaria moderada o grave tienen más probabilidades de sufrir malnutrición – tanto por déficit como por exceso – así como de desarrollar enfermedades no transmisibles.