La acusada del secuestro seguido de muerte del adolescente Berardi se declaró inocente

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La mujer acusada de haber participado del secuestro extorsivo seguido de muerte del adolescente Matías Berardi, cometido en 2010 en Campana, se declaró este jueves inocente en una nueva audiencia del segundo debate oral que se lleva a cabo por el caso, pero sin referirse al hecho que se le imputa, y la semana próxima las partes del proceso realizarán sus respectivos alegatos.

Se trata de Alexia Souto Moyano, quien era menor de edad al momento del crimen y resultó absuelta en el primer proceso realizado en 2013, en el que otras diez personas fueron condenadas.

Pero como su absolución fue revocada por la Cámara Federal de Casación, la mujer comenzó el 3 de octubre pasado a ser sometida a un nuevo juicio ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 3 de San Martín como acusada por el delito de «secuestro extorsivo seguido de muerte agravado por tratarse la víctima de un menor de edad».

Si bien en la primera audiencia del debate la imputada se negó a declarar, en la mañana de este jueves realizó un descargo ante el tribunal y se declaró inocente, aunque no se refirió explícitamente al hecho que se le atribuye ni a lo que ella hizo el día del secuestro y posterior asesinato.

Según las fuentes judiciales, la mujer respondió preguntas sólo de su defensa e hizo un relato de una hora sobre cómo era su vida al momento del hecho.

En ese sentido, la defensa oficial sólo le preguntó cómo era su relación con su padre, el herrero Richard Souto, condenado a prisión perpetua en el primer juicio.

La mujer respondió preguntas sólo de su defensa e hizo un relato de una hora sobre cómo era su vida al momento del hecho

«Si es inocente tendría que haber respondido preguntas de todos», dijo en la tarde de este jueves a Télam María Inés Daverio, la madre de la víctima.

Tras la declaración de la imputada la defensa desistió del resto de los testigos, cuyas declaraciones se incorporaron por lectura; y finalmente, el tribunal dispuso que la semana próxima se lleven a cabo los alegatos.

Este debate se desarrolla de manera reservada a pedido de la defensa, aunque el presidente del tribunal, Walter Venditti, dispuso que los alegatos y el veredicto tengan difusión pública.

En el inicio del proceso, el abogado de la familia Berardi, Eduardo Durañona, pidió que el debate sea público «para que pueda ser visto por toda la sociedad, para que entiendan cómo se cometió este crimen aberrante».

Fue a puertas cerradas que se llevaron a cabo las primeras testimoniales, entre ellas, las de dos vecinos del barrio donde residía Souto Moyano y los principales condenados, Marcelo Godoy y Maxi Ponce.

El primero de ellos ubicó a la imputada en el lugar y momento en el que ocurrieron los hechos al relatar que se cruzó con ella acusada y Ponce, lo que luego fue confirmado por éste.

Los hechos de 2010

Con 16 años, Matías Berardi era el mayor de cuatro hermanos y cursaba el quinto año del colegio Saint George de Escobar cuando la madrugada del 28 de septiembre de 2010 regresaba de una fiesta de egresados en la Capital Federal y se bajó de una combi en Panamericana y Ruta 26 para volver a su casa en ese partido del norte del conurbano.

Según surgió de la investigación, Matías fue secuestrado allí por una banda integrada por un clan familiar -matrimonio, hijas, cuñados y amigos involucrados- que lo mantuvo en cautiverio en una casa de la avenida Sarmiento 407 de Benavídez, partido de Tigre, desde donde se realizaron los primeros llamados extorsivos a sus padres para exigirles un rescate de $30.000 pesos.

Pero tras pasar 14 horas cautivo, el adolescente logró escapar, salió a la calle y pidió ayuda entre los vecinos, a quienes les dijo que lo tenían secuestrado, pero no logró que nadie lo refugiara y la banda lo recapturó y decidió asesinarlo.

No obstante, antes de hacerlo, los secuestradores llamaron por última vez para saber cuánta plata había reunido la familia, que exigió una prueba de vida que nunca llegó.

El cadáver de Berardi fue hallado al día siguiente en un camino de tierra a 300 metros de la ruta 6, en Campana con un tiro efectuado con una pistola 11.25, que ingresó por el omóplato derecho y le ocasionó la muerte.

Primer juicio en 2013

En el primer juicio de 2013, el TOF 3 de San Martín condenó a prisión perpetua al herrero Souto y a Néstor Maidana, Damián Sack, Gabriel Figueroa y Gonzalo Álvarez.

También condenó a penas de 24 años de prisión a Ana Moyano; a 17 años de cárcel a Jennifer Souto Moyano; a 19 a Celeste Moyano; a 21 a Federico Maidana y a 18 a Elías Vivas.

Los jueces de aquel debate no pudieron comprobar que Alexia Souto Moyano, otra de las hijas de Richard Souto y Ana Moyano, haya estado en el galpón donde estuvo retenida y ocultada la víctima, por lo que la absolvieron, aunque en 2016 esa decisión fue finalmente revocada.