La Embajada de Chile homenajeó al general Prats a 48 años del atentado que lo mató en Buenos Aires

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Con un acto en la porteña esquina de Cerviño y República Árabe Siria, a pocos metros de donde se produjo la poderosa explosión que hace 48 años terminó con la vida del general chileno Carlos Prats y de su esposa Sofía Cuthbert durante su exilio en Buenos Aires, la Embajada de Chile recordó al destacado militar asesinado en 1974 por la Policía secreta del dictador Augusto Pinochet.

El acto estuvo encabezado por la embajadora de Chile, Bárbara Figueroa y participaron diplomáticos extranjeros, autoridades nacionales y de la Ciudad de Buenos Aires, representantes de organizaciones de derechos humanos, entre ellas «Taty» Almeida y Vera Jarach, además de los agregados militar, naval y de Carabineros de Chile.

La ceremonia, a los pies de una placa que recuerda a Prats y su esposa, se inició con la lectura de una carta enviada por las hijas del ex Comandante en Jefe del Ejército, Cecilia, Sofía y María Angélica Prats Cuthbert, que agradecieron la invitación a recordar «un hecho tremendamente doloroso para nuestra familia, y a la vez trágico para nuestros países, Argentina y Chile».

«La dictadura llegó hasta este lugar y no permitió a nuestros padres seguir con sus vidas y nosotras, ante sus tumbas, hicimos la promesa de buscar la verdad», señaló la misiva que hizo hincapié en la necesidad de preservar la memoria y fue leída por la segunda secretaria de la legación chilena, Catalina Barceló.

Luego, la embajadora Figueroa pronunció un discurso en el que resaltó la importancia y simbolismo de recordar estos hechos cuando falta menos de un año para que se cumpla medio siglo desde el golpe de Estado que el 11 de septiembre de 1973 derrocó al presidente Salvador Allende, del que Prats fue además su ministro del Interior y de Defensa.

La representante chilena enfatizó la necesidad de bregar día a día por la defensa de los derechos humanos, punto que señaló como «un área transversal que cruza toda nuestra política exterior» y que es «el único camino posible para fortalecer la democracia».

Una ofrenda floral en la placa recordatoria dio el pincelazo final a la ceremonia que fue acompaña por un centenar de personas.

Participaron diplomticos extranjeros autoridades locales representantes de DDHH entre ellas Taty Almeida Foto Daniel Dabove

Participaron diplomáticos extranjeros, autoridades locales, representantes de DD.HH, entre ellas «Taty» Almeida. //Foto Daniel Dabove

 

Quién fue el General Prats

El general Prats fue asesinado a los 59 años, poco más de un año después de haber tenido que dejar Chile rumbo a su exilio en Buenos Aires, según sus propias palabras, «en azarosas condiciones, tras ser oportunamente prevenido» de que la Policía del dictador Pinochet buscaba asesinarlo.

En Buenos Aires, Prats había advertido que era vigilado por informantes de la DINA, la Policía secreta de la dictadura, que se habían desplazado desde Chile para encontrar un indicio que permitiera exhibirlo como el general al servicio del marxismo.

Por esto, el general y su señora decidieron abandonar Argentina y radicarse en algún país de Europa.

Con ese objetivo, Sofía Cuthbert de Prats requirió en julio de 1974 del entonces cónsul general de Chile en la Argentina, ya que de sus respectivos pasaportes uno había sido retenido al salir del Chile, el de ella, y el otro ya había caducado.

No lograron su objetivo: los pasaportes nunca fueron entregados y no pudieron viajar.

Semanas después, el 30 de septiembre de 1974, a las 00:40, en momentos en que Prats y su esposa se aprestaban a guardar su auto en el estacionamiento de la calle Malabia (ahora República Árabe Siria) una bomba accionada a control remoto fue detonada destrozando ambos cuerpos.

Prats había sido designado comandante en jefe del ejército chileno en 1970 por el entonces presidente Eduardo Frei Montalva (1964-1970) y luego confirmado en el cargo por Salvador Allende (1970-1973) por sus antecedentes de férreo apego a la Constitución y a la democracia.

Luego, Allende lo incorporó a su primer gabinete cívico-militar, en momentos de densa atmósfera política y con el objetivo de que contribuyera a terminar con un masivo paro nacional en octubre de 1972.

Durante unos pocos meses fue Ministro del Interior y llegó a ocupar momentáneamente la Vicepresidencia de Chile.

Colocaron una ofrenda floral durante la ceremonia que fue acompaa por un centenar de personas Foto Daniel Dabove

Colocaron una ofrenda floral durante la ceremonia que fue acompaña por un centenar de personas.// Foto Daniel Dabove

El 29 de junio de 1973 y en el marco de un proceso de desestabilización que ya estaba en marcha, se produjo una sublevación militar conocida como «El Tancazo» que Prats frustró a tiempo.

En una de las fotos emblemáticas de ese episodio, puede verse a Prat y al ministro de Defensa José Tohá (posteriormente asesinado) celebrando haber sofocado la intentona, y también al futuro dictador Pinochet, que menos de dos meses después encabezaría el golpe de Estado definitivo.

El 23 de agosto de 1973 Prats renuncia a la comandancia en jefe del Ejército y a su cargo de Ministro de Defensa y recomienda a Allende que designe a Pinochet para sucederle en el cargo, dado que este tenía un historial dentro del Ejército que lo mostraban como un soldado profesional, apolítico y no deliberante.

La bomba que termino con la vida de Prats y su esposa fue instalada por el estadounidense Michael Townley, un agente de la DINA que se introdujo en el garaje donde Prats guardaba su vehículo y colocó un poderoso aparato explosivo bajo la caja de velocidades, que detonó dos días después.

Durante su mando en el ejército, Prats encabezó un proceso de modernización. Participó además de la elaboración de la Ley de Control de Armas de 1971 y en la modificación del artículo 22 de la Constitución Política, en la cual se definía a las fuerzas armadas como profesionales, obedientes y no deliberantes.