El Frente de Todos en un proceso de reagrupamiento y organización

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Como si se tratara de dar a luz, desde el kirchnerismo alertan que quedan 40 semanas de acá hasta las elecciones y cuentan que, tras el atentado contra la vicepresidenta –que la dejó en el centro de la escena política–, se encuentran en un proceso de «reagrupamiento y organización» del espacio. La fecha del parto serían las PASO. «Hay que pensar 40 acciones para las próximas 40 semanas de propuestas de nuestro espacio político», dicen desde esa tribu oficialista. Con el objetivo de ordenar la tropa y pensar los pasos a seguir, distintos referentes de ese espacio como intendentes, algunos ministros, sindicalistas y referentes sociales, entre otros, se vienen reuniendo en el conurbano e, incluso, a algunas de esas reuniones asistieron tanto el diputado Máximo Kirchner, como propia vicepresidenta, Cristina Fernández. La semana que viene ya hay pactada otra. «La bala que no salió la convirtió en la candidata a Presidenta», opinan miembros de esa tribu oficialista, aunque aseguran que ella todavía no decidió qué hará al respecto. Desde el oficialismo creen que el pedido de condena y proscripción del fiscal Diego Luciani contra CFK –sumado al posterior intento de magnicidio– sirvieron para ordenar al peronismo. Ahora, dicen, el próximo paso debería ser correr a la vicepresidenta del terreno de lo judicial para comenzar una nueva etapa: «esta situación la pone en un lugar muy potente porque todas las tragedias cambian las cosas, pero hay que cambiar el escenario y ella tiene que hablar de futuro», dicen desde su entorno. La idea de abandonar ese terreno ya giraba en la cabeza de CFK antes del atentado. El sábado posterior al intento de magnicidio, cuando ella iba a cerrar el plenario del PJ bonaerense en Merlo, iba a servir para concluir una etapa. Ese era el plan. Luego del discurso, tenían el objetivo de hacer mermar la vigilia en la puerta de su casa y que empiece un proceso «de mayor aparición de CFK en el territorio». Ahora están evaluando cómo continuar. «Vamos a tener que cuidarla mucho más, quizás se puedan hacer actos, pero más ordenados o solo en lugares cerrados», arriesgan cerca de ella y añaden que, luego del fallido ataque, «entra en juego una variable nueva que ni siquiera estaba en nuestro manual». En este nuevo momento, las recorridas por las provincias no serían igual que las que tenía pensado hacer la vicepresidenta antes de la renuncia de Guzmán. «En ese momento ella estaba centrada en las críticas –todas muy certeras– pero eso no le servía a su imagen, ahora sería distinto», arriesgan desde su círculo. En línea con lo que dijo Máximo Kirchner el mismo jueves horas antes del atentado, algunos de los que forman parte de los encuentros que se vienen realizando en el conurbano aseguran que para el año que viene «necesitamos que estén los mejores dirigentes en las listas porque no podemos no ganar». El análisis que hacen desde el oficialismo es que la economía en 2024 tendrá mucha potencialidad –con la posible finalización del gasoducto Vaca Muerta y con el reordenamiento de las tarifas, entre otras cuestiones– y que perder las elecciones significaría «dejarle todo servido a la derecha para que gobiernen muchos años». Ellos ven en CFK la mejor opción para una candidatura, pero aclaran que «ahora es momento de reagrupar al kirchnerismo, para después ver cómo se resuelve lo de las Paso». El presidente Alberto Fernández había dicho que él quería presentarse en el marco de una «gran interna» peronista en 2023, pero esa opción fue perdiendo fuerza, aún más con el protagonismo que tomó Sergio Massa en las últimas semanas tras su designación como ministro de Economía. «En esa instancia no me imagino a Massa disputando con Alberto en una interna. Sería muy peligroso exponer al Jefe de Estado a eso ¿qué sucedería si no gana? ¿Cómo sigue gobernando?», se preguntan desde sectores que se identifican con la vicepresidenta. Según confiaron cerca del Presidente a este diario, él y Massa, antes de la designación del tigrense al frente de Economía, ya habían conversado que si Alberto decidía –o no podía– ser candidato en 2023, apoyaría una posible postulación de Massa en representación del peronismo «no kirchnerista». «Con lo que está haciendo Massa la economía va a mejorar. Él llegó al ejecutivo para fortalecerse y no va a hacer las cosas mal. Eso se comprueba con los buenos resultados que ya está teniendo», expresan cerca de la vicepresidenta. Lo cierto es que, si en algo coinciden todos los sectores del FDT, es que a ningún peronista la irá bien en 2023 si la economía no mejora y fundamentalmente, si no se logra bajar la inflación y mejorar los salarios. En esa línea, cerca de CFK dicen que el gobierno ya reaccionó, «acomodó lo que había que acomodar en el gabinete», y que ahora solo resta esperar. En este momento el ministro de Economía se encuentra en un proceso arduo que tiene el objetivo de fortalecer las reservas del Banco Central. Cuando eso se logre, posiblemente el año que viene, la idea del Gobierno es empezar a igualar el capital y el trabajo y tomar políticas redistributivas. «El año que viene es electoral y tiene que haber alivio para los trabajadores sí o sí», aclaran. Sobre las chances electorales que tendría el sector del peronismo «no kirchnerista», los que se identifican con CFK reflexionan que «antes ellos decían que sumaban porque tenían buenas relaciones con los empresarios y con los sectores de poder, pero eso quedó a la vista que no dio resultado». Como ejemplo ponen la medida que permitió dar un dólar más barato a los agroexportadores para que liquiden la cosecha. «Lo hizo Massa y se acompañó porque no quedó otra opción, pero tiene que quedar claro que esos sectores no son amigos y nunca lo serán», dicen. La llegada de políticas distributivas es algo que vienen exigiendo distintos sectores del FdT. No solo los movimientos sociales, sino también los gobernadores, que el lunes estuvieron reunidos en la sede del CFI y luego de eso fueron a ver a la vicepresidenta al Senado. «En las provincias la mayoría de los gobernadores va a despegar sus elecciones de las nacionales y van a eliminar las PASO provinciales. Eso está bien porque complica a la oposición», opinan desde el oficialismo y agregan que «se van a independizar y si ellos van ganando, eso nos va servir porque los triunfos te van posicionando mejor». Además, desde el oficialismo destacan que, si bien las capitales suelen ser territorios difíciles para el peronismo, la situación es distinta en el interior. «El 80 por ciento de la sociedad no se maneja por lo que dicen los medios de comunicación. En 2019 decían que no teníamos chance y la gente percibió otra cosa. Durante este Gobierno, por más que no se luzca casi nada de lo que hacemos, trabajamos mucho en generar políticas universales para llegar a la mayoría. Eso la gente lo siente, por más que no lo vea en la tele», confían desde el gobierno.