Javkin refractó críticas por su reunión con ideólogos de seguridad en EEUU

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El intendente Pablo Javkin defendió su encuentro con asesores del exalcalde neoyorquino Rudolph Giuliani y refutó la crítica formulada por dos criminólogos consultados por Rosario/12. «Como municipio, no tenemos una policía para criminalizar a nadie, no tenemos personal armado. Con un handy no se criminaliza. Sí reclamo la posibilidad de designar a los jefes policiales y distribuir a la policía en el territorio. Nos transfieren algunas potestades o nos cuidan mejor, como se debe», enfatizó ayer por radio.

 

Durante su gira por Estados Unidos de la semana pasada, el jefe municipal visitó al director institucional de la Policía de Nueva York, Edward Cooper y a Larry Mone, un referente del Manhattan Institute, un centro de estudios neoconservador sobre políticas públicas. Estos trabajaron en los ’90 con el alcalde Giuliani, conocido entonces por aplicar con la policía local una política de seguridad ciudadana basada en la teoría Broken Windows (ventanas rotas).

 

 

La base de aquella estrategia policial predicaba la persecución y encarcelamiento de delincuentes menores y toda persona excluida del sistema, en tanto potencial caldo de cultivo de un nivel delictivo más complejo. Despejando la escena pública de estas personas –propone Broken Windows– se genera «un entorno urbano que contribuye a crear una atmósfera de orden y legalidad».

 

Así las cosas, los criminólogos Enrique Font y Ariel Larroude respondieron a la consulta de este diario con mirada crítica. Relativizaron el éxito de ese modelo norteamericano y además lo consideraron de inviable aplicación aquí. Incluso, a riesgo de empoderar una policía viciada de nexos con el crimen organizado.

 

Javkin rescató su colecta de experiencias con otros pares de EEUU. «Baltimore, Nueva York son ciudades que tienen un manejo local de la policía y empleo del sistema de presencia en el territorio y de distintos aspectos de la seguridad en la vía pública que son interesantes de mirar. La seguridad pública sigue siendo prioridad en Rosario y tuvimos la posibilidad de hacer esos contactos y fue muy interesante”, ponderó por LT8.

 

“Hay mucha inversión pública urbana en barrios, en viviendas, en infraestructura, con la idea de llevar una mejor propuesta pública a los lugares más difíciles, y a partir de allí, entrelazar un trabajo comunitario y resolver el delito menor, porque el mayor corresponde – al igual que acá – a otros ámbitos. Construir mecanismos colectivos que mejoren la seguridad pública les da buenos resultados”, agregó.

 

Asimismo, replicó sin mencionarlos a los críticos. “Muchos criminólogos saben que la falta de presencia en los barrios es un déficit brutal de la policía. Leer lo que ellos piensan de la propia policía demuestra que la crítica que nos hacen es injusta. Uno de los mecanismos más importantes que tuvo esa transformación en Estados Unidos fue el nivel de control interno sobre la policía a nivel de depuración”, señaló.

 

Javkin concluyó en que «es fundamental ganar el espacio público y eso requiere todo tipo de acciones: urbanas y también policiales».