A 20 años del secuestro y crimen de Juan Manuel Canillas: «Siempre imagino cómo sería hoy mi hijo»

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«Siempre imagino qué hubiese pasado si mi hijo hoy estuviera vivo y cómo sería si él hubiese tenido hijos», afirmó con una mezcla de melancolía y angustia la madre de Juan Manuel Canillas, el joven secuestrado en Capital Federal y asesinado en el partido bonaerense de Vicente López hace 20 años por una banda marcada por la violencia que, luego, fue bautizada como los «Secuestradores VIP».

En una entrevista telefónica con Télam, Marta Canillas expresa con voz tranquila y encendida sus sensaciones ante el vigésimo aniversario de la muerte de su hijo y logra extraer algo positivo que la «amiga» con la Justicia, porque valora de alguna manera que los dos condenados por el crimen de Juan Manuel aún permanezcan en prisión.

«Tratando de estar bien en un día tan especial como este», respondió Marta a esta agencia, ante la consulta de cómo eran sus emociones durante esta fecha.

El crimen

Hace 20 años, el 12 de julio de 2002, su hijo Juan Manuel fue secuestrado cuando regresaba a su casa del barrio porteño de Núñez a bordo de su auto Honda Civic, luego de terminar de trabajar en el local de venta de instrumental y prótesis ortopédicas que su familia poseía en la zona porteña de Once.

Durante el trayecto, el joven fue interceptado por tres personas que se subieron a su auto, lo obligaron a continuar viaje hasta Núñez y le exigieron que llamara a su casa y les dijera a sus familiares que juntaran todo el dinero posible.

Cuando arribaron a la casa en la que vivía con sus padres, en la localidad bonaerense de Florida, Guillermo Canillas, padre de Juan Manuel, los esperaba con 300 pesos en la puerta de su chalet.

Sin embargo, los secuestradores se enojaron, le exigieron más dinero y le pegaron con un arma en la cara y le destrozaron los anteojos del golpe.

Ante esa situación, Guillermo juntó otros 700 pesos y se los dio a los captores, quienes huyeron con Juan Manuel como rehén con la promesa de liberarlo a las pocas cuadras.

Finalmente, el cuerpo del joven apareció minutos más tarde con un balazo en la espalda en la calle Aguado al 1300 del partido de Vicente López, a sólo unas cuadras de la casa de la familia.

Foto Victoria Gesualdi

Foto: Victoria Gesualdi

 

La banda de los «Secuestradores VIP»

Marta sostiene que su «único consuelo» es que los tres responsables del hecho fueron condenados a prisión perpetua: Raúl «Chirola» Monti, que ejercía la voz de mando en la banda; Franco Gasperotti y Maximiliano Pico, este último asesinado en una pelea carcelaria.

Los tres pertenecían a la banda denominada «Secuestradores VIP», quienes fueron bautizados así porque con el dinero que obtenían de sus delitos se compraban camionetas 4X4, tenían gran cantidad de celulares y vivían en countries del conurbano bonaerense.

El modus operandi de la banda era siempre el mismo: interceptaban a las víctimas en sus autos, les robaban sus pertenencias y las llevaban a recorrer cajeros, pero si allí no obtenían dinero, los obligaban a ir a sus propios domicilios a juntar elementos de valor o hacían llamar a un familiar para que pagara un rescate.

«Chirola» Monti fue quien recibió la mayor de las condenas, ya que el 10 de septiembre de 2004, en un primer juicio por el caso, fue sentenciado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de San Isidro a la pena máxima del Código Penal: «reclusión perpetua, más la accesoria por tiempo indeterminado», la misma que tiene encarcelado hace 50 años al máximo asesino serial de la historia criminal argentina, Carlos Robledo Puch.

Foto Victoria Gesualdi

Foto: Victoria Gesualdi

Por otro lado, en un segundo juicio por el caso, el 28 de octubre de 2008, el TOC 1 de San Isidro condenó a prisión perpetua a Gasperotti y a Pico, los otros dos secuestradores que acompañaban a Monti el día que capturaron y asesinaron a Canillas.

Actualmente, Monti permanece detenido en la Unidad 5 del Servicio Penitenciario Federal (SPF) en General Roca, provincia de Río Negro, mientras que Gasperotti cumple su condena en la Unidad 7 Azul del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), según indicaron fuentes penitenciarias a Télam.

«Permanentemente están pidiendo salidas transitorias. Pero hasta que no se cumplan 25 años como mínimo no tienen derecho a ellas», indicó Marta Canillas.

En tanto, el otro condenado, Maximiliano Pico, fue asesinado a «facazos» el 15 de diciembre de 2015 en la Alcaidía Penitenciaria de Junín, en un episodio registrado en su legajo penitenciario como «pelea, riña».

«Que sigan los dos presos es nuestro único consuelo. Uno de ellos está cumpliendo 18 años de condena y el otro está cumpliendo 14 años. Si vos revisas el historial de gente detenida hay muy pocos en esas condiciones. Era lo que esperábamos de la Justicia»Marta Canillas

Ante la noticia de la muerte de Pico, Marta aseguró que sintió «pena», ya que le hubiese gustado que el condenado pagara la totalidad de su pena en prisión.

«Que sigan los dos presos es nuestro único consuelo. Uno de ellos está cumpliendo 18 años de condena y el otro está cumpliendo 14 años. Si vos revisas el historial de gente detenida hay muy pocos en esas condiciones. Era lo que esperábamos de la Justicia», admitió Marta, quien agregó: «Es un extrañísimo privilegio que tenemos como familiares de víctimas».

Madres del Dolor

Por otro lado, Canillas es vicepresidenta de la Asociación Civil Madres del Dolor, organización que fundó hace 18 años junto a otras 6 madres que sufrieron la pérdida de sus hijos.

Para Marta, Madres del Dolor le permitió «reencausar su dolor» para poder ayudar a personas que están atravesando la misma situación que ella padeció.

«Sentimos que damos una ayuda importante para el otro. Madres es una fortaleza. Sabemos que la gente puede llamar, estar llorando diez minutos. Y se van a sentir entendida. Porque todas hemos pasado por eso. No somos especiales. Es nuestra experiencia de haber estado en ese lugar», comentó.

Pero Marta, según cuenta, no deja de recordar a «su» Juan Manuel «cada día» con anécdotas y vivencias familiares, algunas divertidas, alegres y otras con nostalgia: «Lo recuerdo como era. Muy vital. Yo si algo le admiraba era la capacidad de estar en 10 lugares al mismo tiempo. Es raro el día que no se lo nombre. Siempre imagino qué hubiese pasado si mi hijo estuviera vivo y cómo sería si él hubiese tenido hijos».

EL LÍDER DE LOS SECUESTRADORES PASA SUS DÍAS EN LA CÁRCEL ESTUDIANDO Y SIN VISITAS

Luego de casi dos décadas en prisión, Raúl Ezequiel “Chirola” Monti, que fue condenado a reclusión perpetua por el secuestro y crimen de Juan Manuel Canillas, pasa sus días sin visitas, estudiando para terminar el secundario y realizando talleres de pintura en el penal de General Roca, una cárcel máxima seguridad de la provincia de Río Negro.

“Está en tercer año del secundario y también trabaja en la cámara de frío, donde se almacenan los dulces que se realizan en la unidad” informó a Télam una fuente penitenciaria, que además resaltó que “Chirola” tiene un “excelente comportamiento” dentro de la Unidad 5 de General Roca, dependiente de Servicio Penitenciario Federal (SPF), la cual tiene una población de 319 personas y mantiene un régimen de máxima seguridad.

A su vez, los voceros aseguraron que Monti realiza “talleres de pintura” junto a otros internos y que no recibe visitas.

En cuanto a los pedidos de salidas transitorias, las fuentes aseguraron que “por el momento Monti no las pidió y no piensa pedirlas”.

En tanto, el detenido solicitó un traspaso a la Unidad 19 de la localidad bonaerense de Ezeiza, pero fue rechazado por las autoridades del SPF.

Monti fue capturado a mediados del 2002 y desde ese entonces permanece detenido tras ser condenado a “reclusión perpetua más la accesoria por tiempo indeterminado» por el crimen de Canillas y a 20 años de prisión en un juicio por una serie de 18 secuestros exprés, en el que a otros seis miembros de la banda les dieron penas de entre 2 y 16 años.

“Chirola” era el líder de la banda de “Secuestradores VIP”, cuyos miembros vivían en countries del conurbano bonaerense y compraban camionetas de alta gama con el rescate que cobraban de secuestros exprés, en los que obligaban a sus víctimas a extraer dinero de cajeros automáticos o pedían rescate por ellas.

El hermano de Monti, Martín, también posee una condena a prisión perpetua, la cual fue dictada hace 16 años, por un doble homicidio que tuvo lugar el 4 de septiembre de 2003 en Virreyes, en el partido bonaerense de San Fernando.