El español Carlos Sainz (Ferrari) vivió este domingo el día más feliz de su vida deportiva: ganó su primera carrera en la Fórmula Uno. Y lo hizo en Inglaterra al cabo del décimo gran premio del campeonato Mundial de la especialidad, corrido en el tradicional circuito de Silverstone. El podio fue completado por el mexicano Sergio «Checo» Pérez (Red Bull) y el piloto local Lewis Hamilton (Mercedes) y con estos resultados, el neerlandés Max Verstappen (Red Bull) mantuvo la punta del torneo con 175 puntos, seguido por «Checo» Pèrez con 129 y el francés Charles Leclerc (Ferrari) con 126.
Pero la carrera, seguramente la más emotiva en lo que va del año, será recordada por el impresionante choque múltiple que se produjo apenas metros después de la largada y en el que el chino Guanyu Zhou se llevó la peor parte. Su auto número 24 fue impactado por el británico George Russell (Mercedes), salió volando y se arrastró varios metros dado vuelta, con las ruedas hacia arriba.
Tras su recorrido boca abajo, el Alfa Romeo de Zhou terminó incrustado contra las vallas de protección que separan la pista de los espectadores ubicados en la tribuna de la curva 1. El piloto asiático fue trasladado consciente al centro médico del circuito, donde se encontraba consciente y luego se lo derivó en helicóptero al Hospital de Coventry donde fue sometido a pruebas de precaución.
El francés Esteban Ocon (Alpine), el japonés Yuki Tsunoda (Alpha Tauri) y el tailandés Alex Albon (Williams) también se vieron afectados en el accidente, que tuvo lugar en la salida, en la que Verstappen le arrebató la primera plaza a Sainz. Pero al no haberse completado la primera vuelta cuando se decretó la bandera roja, una hora después se repitió la salida de nuevo con Sainz en la ‘pole’, Verstappen segundo; y los primeros siete puestos tal como estaban. En la segunda partida Sainz no se equivocó y peleó la punta con Verstappen, pero el español se pudo mantener adelante.