Acusados del femicidio de una adolescente se echaron culpas entre sí durante el juicio

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Dos jóvenes que son juzgados por el femicidio de Keila Moreira, una adolescente de 16 años que recibió un escopetazo en la cabeza en su casa del partido bonaerense de Campana en 2020, se culparon mutuamente del crimen al declarar ante el tribunal, que el jueves próximo dará inicio a la etapa de alegatos, informaron fuentes judiciales.

Se trata de Franco Moreira, pareja de la víctima, y de su amigo Matías Oviedo, quienes son sometido a juicio por el Tribunal Oral Criminal (TOC) 2 de Campana, a cargo de los jueces Mariano Chausis, Daniel Rópolo y Federico Martinengo, bajo la acusación del fiscal Martín Zocca.

«Sus declaraciones fueron contradictorias y se echaron la culpa mutuamente», contó a Télam el fiscal.

«Franco Moreira dijo al tribunal que vio cómo se le escapó el tiro accidentalmente; mientras que el otro imputado dijo haber escuchado el disparo y cuando entró a la habitación encontró a su amigo con el arma en la mano y a Keila tirada en el piso, todavía con vida», detallo Zocca.

«Ahora tenemos que preparar la etapa de alegatos para la semana próxima. Vamos a trabajar fuerte para que se sepa la verdad», concluyó.

Moreira y Oviedo se echaron la culpa mutuamente ante la justicia

Moreira y Oviedo se echaron la culpa mutuamente ante la justicia.

El tribunal pasó a cuarto intermedio hasta el jueves 9 de junio, a las 10, para dar inicio a la etapa de alegatos.

Mientras se desarrollaba la audiencia, que solo nueve de los familiares y allegados a la víctima pudieron presenciar en la sala, en los alrededores del edificio judicial de Campana estuvieron presentes integrantes de la Asamblea Permanente de Mujeres y Disidencias y del equipo femenino del Otamendi Fútbol Club, donde jugaba Keila.

El femicidio se registró el sábado 17 de octubre del año pasado en una casa ubicada en la calle Barreto al 500, del barrio La Praderas, de Campana, a unos 80 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires.

Un llamado al 911 alertó sobre una joven fallecida en el interior de una vivienda, por lo que el personal de la comisaría de Campana arribó al lugar de inmediato.

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Al ingresar al inmueble, los efectivos constataron que la adolescente había fallecido de un escopetazo que impactó arriba de una de sus orejas.

Según las fuentes, la chica estaba con su novio y un amigo, quienes escaparon a bordo de un auto tras el hecho.

Solo nueve de los familiares y allegados a la vctima pudieron presenciar la audiencia

Solo nueve de los familiares y allegados a la víctima pudieron presenciar la audiencia.

Antes de huir, el novio de Keila fue a lo de su madre, a quien le confesó que estaba manipulando el arma de fuego y accidentalmente la mató.

«Por los elementos de prueba que se encontraron en el lugar en ningún momento la hipótesis fue la del accidente y, sumado a ello, por la fuga y la falta de asistencia a la víctima al momento del hecho», precisó a Télam un vocero encargado de la pesquisa, quien añadió: «Se fueron y todavía estaba viva».

Las fuentes añadieron que la madre de Franco Moreira llamó a una hermana suya, la cual avisó al hermano mayor del acusado lo que había ocurrido, por lo que éste hombre se dirigió a la casa donde vivía la pareja.

«Él encuentra a Keila y la trata de reanimar, ella fallece en ese momento y ahí le pide a la vecina que llame al 911 pero pasaron por lo menos cuarenta minutos», aseguró el vocero.

Los investigadores establecieron que la escopeta calibre .12 hallada en el lugar del hecho era compatible con el cartucho recuperado en la autopsia.